Hermano Antonio Rangel Macías
Nació en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) el 3 de agosto de 1946.
Falleció en Jerez de la Frontera el 18 de octubre de 2003.
Nace en
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) el 3 de agosto de 1946, es bautizado el 14 de
agosto de 1946 en la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Sus padres, Antonio
y María del Rosario, tuvieron cinco hijos, el primero de los cuales fue Antonio.
Tras completar sus
estudios en la escuela de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, permaneció
con su familia, ayudando a su padre en los trabajos del campo. Tras finalizar
el servicio militar, ingresó en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios el 15
de abril. El 28 de septiembre de 1971 hace la profesión simple. Lo envían a Ecuador,
América Latina, donde hace la profesión solemne el 8 de marzo de 1978.
Tras un tiempo en América
Latina junto a pobres y enfermos, siente la necesidad de completar su formación
profesional. Vuelve a España, dónde permanece tres años, durante los cuales
además de estudiar ejerce su profesión con los enfermos de Córdoba y Madrid. En
1983 regresa a América Latina, a la Clínica San Juan de Dios de Arequipa (Perú). En enero de 1995 participa por dos meses en
la atención a los heridos y al entierro de los muertos en el conflicto entre
Perú y Ecuador, que, sin declararse oficialmente la guerra, se enfrentaron para
definir las fronteras territoriales; Ese mismo año lo nombran Responsable de la
Comunidad del Hospital San Juan de Dios y del Albergue San Juan de Dios de Quito,
cargo que desempeña por ocho años. Durante este tiempo el Hno. Antonio, implementa
y desarrolla el Centro de acogida de los sin techo, los discapacitados, las familias
necesitadas, respondiendo a las numerosas pobrezas morales y sociales que se
presentan. Este fue el período en el que el Hermano Antonio tuvo una gran
resonancia por la obra de caridad que había puesto en marcha, logrando activar
un movimiento nacional e internacional para recoger ofertas para su obra.
A causa de su delicado
estado de salud, regresa a España el 10 de diciembre de 2002. El Hno. Antonio se
somete a exámenes y pruebas en el Hospital Virgen del Rocío y en el Hospital
San Juan de Dios de Bormujos (Sevilla), donde se le diagnostica una enfermedad incurable.
El 30 de septiembre de 2003
lo trasladan al Hospital San Juan Grande de Jerez de la Frontera con un
diagnóstico nefasto a causa de las metástasis que han invadido todo su cuerpo. Ante
esta situación, el Hno. Antonio acepta con serenidad la voluntad de Dios,
consolando a su madre y a su familia diciéndoles: “Madre, las cosas son así,
las cosas que vienen de Dios hay que aceptarlas como vienen, con aceptación
cristiana”.
Pocos días después, el 18
de octubre de 2003, con 57 años de edad y 32 de vida religiosa, entrega su alma
a Dios. Su cuerpo descansa en la Capilla de los Religiosos del cementerio
municipal de Jerez de la Frontera.
Su fama de santidad,
reconocida incluso en vida por su desmedida entrega a los más pobres y a los
enfermos y necesitados, perdura hasta nuestros días en la ciudad de Quito
(Ecuador) y en el Centro San Juan de Dios, donde continúa su obra de caridad en
favor de los más pobres y necesitados, que son acogidos y atendidos cada día
por nuestros hermanos, colaboradores y voluntarios.