Ana Domene Alcaraz

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermana Hospitalaria

España

Ana Domene Alcaraz

 

Como Hermana hospitalaria, mi vida recibe la fuerza de una Hospitalidad que vivo como fuente y manatial de misericordia, que nace y mana continuamente del Corazón abierto de Jesús, Buen Samaritano.

Una Hospitalidad que constantemente, siento que me abre por dentro, y posibilita mi entrega; ella me hace ser, y con ella puedo responder a la vocación de servicio a la que me siento llamada.

Esta allí en lo profundo, donde el silencio se hace encuentro, y desde dentro mis ojos se abren, y me es posible ver… verle en quienes, siendo sus vivas imágenes, me muestra como la Vida late con una fuerza insospechable, donde posiblemente otros solo vean la enfermedad o la discapacidad, y con ellas la despersonalización.

La Hospitalidad la vivo, como valor que acoge liberando y sanando, porque nadie es extraño, para el corazón que  abriendo ventanas y puertas, deja que la brisa penetre, airea y se lleve todo aquello, que ocupando lugar, empequeñece el alma y no deja siito a lo único importante, que es contemplar siempre su rostro, en quienes compartimos vida, y nos damos, siendo vida

Vivo una Hospitalidad de fuertes y profundas raíces, que se ahonda en una tierra fértil, que ha sido regada, por la vida de servicio de quienes me precedieron y descubrieron en Juan de Dios, Benito Menni, Mª Josefa Recio y Mª Angustia Jiménez, un camino de seguimiento, que otros y otras hemos seguido y confiamos que otros  y otras seguirán.

La Hospitalidad que vivo no es un traje de fiesta, ni un traje de faena, es la identidad, por la que quiero que se me conozca. El Señor lo sabe y a él acudo, para que me haga ver, escuchar, sentir. Porque solo así seré respuesta a la llamada, que hace de mi vida donación y entrega, que sostiene y posibilita su fidelidad. En su misericordia espero y confió. 

 

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