Ines Acosta Gomez

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Colaboradora

Andalucia

Ines Acosta Gómez

 

Siempre hemos llevado una vida muy ligada a la Iglesia. Una vida que partiendo desde la fe, ha estado en búsqueda de la felicidad a través de los diferentes carismas que el Señor nos propone. En todos hemos podido experimentar cercanía al Señor: a través de la oración, del trabajo o de la entrega. Sin embargo fue la Hospitalidad hecha carne a través de los Hermanos de San Juan de Dios la que nos acercó más plenamente al sentido de la Palabra.

En una Iglesia que parece irse cerrando al mundo y a las necesidades del mismo, los Hermanos siempre han sido una puerta abierta a vivir de una manera diferente, a ser cristiano desde lo más profundo y a la vez desde lo más simple: acogiendo, abrazando y ayudando al que más lo necesita.

Su ejemplo en el trato humano, especialmente a los enfermos, ha sido el referente que nos ha hecho seguir creyendo en una Iglesia cercana, en un Cristo vivo, y en el que el amor de Dios puede ser hecho carne por cada uno de nosotros.

La Hospitalidad nos ha mantenido unidos a la Iglesia y nos ayuda a caminar  poniéndonos al servicio del Señor a través de la acogida, del servicio y de nuestra pequeña Iglesia doméstica. No es mucho lo que podemos ofrecer, pero que nunca falte una palabra, un abrazo o una sonrisa para dar al mundo. 

 

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