Julio Gonzalo

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

Sudamerica Septentrional

 Julio Gonzalo

 

Yo sin saber que era hospitalidad, creo que la practicaba desde mi niñez porque siempre estaba compartiendo algo que tenía con mis hermanos menores, primos.

En Agosto de 1986 cuando me trajeron al Hogar Clínica San Juan de Dios y fui recibido de manera excelente por el Hermano Santos Angulo y las religiosas Ana María y Matilde; luego también de conocer la vida de San Juan de Dios, recién entiendo cómo se practica la Hospitalidad, es que mi espíritu y cuerpo debilitado se empieza a reconfortar con esperanza de vida.

En Enero de 1990, estoy seguro que Dios ha preparado mi destino para formar parte de la familia hospitalaria, empiezo a trabajar en el área de secretaría y consultas, esta es un área privilegiada para poder practicar la Hospitalidad conjuntamente con religiosos, religiosas y colaboradores todo por un fin conjunto común atender al paciente – sobre todo al desprotegido en todo sentido.

Desde la década de los 90 han pasado varios años, con nuevos avances tecnológicos y la sistematización global, a mi parecer va perdiéndose el valor de la Hospitalidad hasta en las obras sociales; causándome impotencia de no poder hacer casi nada , cuando las mayorías se orientan hacia el bien personal; pero también se ven personas maravillosas que viven y practican la hospitalidad.

Yo desde mi posición, ya que mi estado de salud no es bueno, seguiré intentando practicar la hospitalidad aunque sea con una palabra de consuelo con énfasis hacia el necesitado y sufriente. 

 

Torna alla pagina precedenteTorna alla home page