Me llamo Anthony. Antes de entrar en la Orden era ingeniero y tenía un trabajo estable y un buen sueldo. Sentí interés por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, me informé y pregunté qué debía hacer para entrar. Los Hermanos me aconsejaron pensar atentamente, orar y hablar con alguien en cuya orientación confiara, antes de renunciar a mi trabajo para entrar en la Orden. Al cabo de tres años de reflexión atenta, decidí responder a mi vocación Hospitalaria y entrar en la Orden. Algunos de mis amigos y conocidos expresaron su pesar por mi decisión, incluyendo al Director de la empresa en la que trabajaba y a mis compañeros de trabajo. Nunca me he arrepentido de la opción de vida que hice. Tras un periodo de concienzuda formación religiosa, en breve haré la Profesión Solemne, que marcará mi compromiso definitivo por la Orden y su misión de sanación. Ruego que Dios me conceda la gracia de ser fiel a mi vocación.