Walli Maier

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Colaboradora

Alemania

WALLI MAIER 

 

Una experiecia de hospitalidad

Por iniciativa de un párroco conocido mío, en 1980 algunos  jóvenes estudiantes  de Cracovia han podido venir a vernos durante una estadìa en Cham, Alemania. Han aprovechado el viaje para visitar tambièn Regensburg. Allì es donde he conocido a 5 jóvenes cristianos divertidos y muy valiosos  en la música.

Un año más tarde el susodicho párroco y unos jóvenes, incluido yo, hemos contracambiado la visita y hemos ido con una furgoneta a visitarlos.. En aquel entonces todavìa se necesitaba el visado y en la frontera entre Checoslovaquia y Polonia habìa mucha demora y controles rigurosos. Cuando llegamos a Cracovia , un montón de abrazos. Nos han colocado en diferentes familias. La hospitalidad cuando llegamos y luego en las familias ha sido muy cariňosa y aún hoy guardamos un recuerdo inolvidable. Algunas familias habìan dejado libres algunas habitaciones para que cupieramos y estuviéramos a gusto.Cada familia nos ha ofrecido lo mejor  de la comida y el alojamiento. De vez en cuando no conocíamos el plato que nos servìan, pero todo resultaba abundante y acababa con las palabras: por favor servios más. Más tarde hemos sabido que llevaban meses guardando sus vales para la carne que entonces aún se usaban, para podernos dar sus raciones. También han vaciado sus despensas de la fruta para que tomarámos jugos. Nosotros los de Alemania nos avergonzábamos de toda esta hospitalidad tan cálida y conmovedora.

Aún hoy me rìo acordándome de un hecho que aconteció a nuestra llegada. Nosotros también llevamos regalos a nuestros amigos polacos: ropa, productos de perfumerìa y fruta tropical, algo muy raro en esos paìses. Acabábamos de llegar – todavìa nos estabamos saludando y abrazando- un chico ya se habìa tragado dos plátanos. 

 

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