Me llamo Matthew. Desde niño, mi sueño siempre fue el de ser Hermano religioso.

Cuando acabé mis estudios escolares, cursé la formación para ser asistente médico. Tenía planeado dedicar otros seis meses a mis estudios de enfermería cuando, un día, estaba mirando las redes sociales por internet y leí la siguiente invitación: "¿Quieres consagrar tu vida a Dios al servicio de los enfermos y de los pobres?".

La invitación me llamó la atención porque ya tenía experiencia médica y soñaba con ser Hermano religioso. Esa misma noche, me puse en contacto con un Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Él me orientó y me ayudó a entender más acerca de la Orden Hospitalaria, de su fundador y de su espíritu. Fue así que surgió mi vocación, y es así que ahora vivo y estudio.

Estoy muy contento con mi decisión. Mi deseo más sincero es el de ser siempre fiel a mi vocación y de seguir el ejemplo de los santos padres al servicio de los pobres y de los enfermos.