Maria Alexandra F. A. Trocado

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Colaboradora

Portugal

Maria Alexandra F. A. Trocado

 

El término vocación me ha intrigado siempre, nunca sé decir exactamente lo que es para mí; lo que sí sé es que durante muchos años ha significado cuidar de mi familia y trabajar en el mundo del Arte.

Construir, construir y construir un matrimonio y una familia feliz basada en los valores cristianos.

Puedo decir que me he sentido siempre muy privilegiada y que mi vida siempre ha estado llena de cosas buenas, tengo muchos motivos para dar gracias a Dios: por eso, sentía un poco de incomodidad por lo poco que hacía por los demás.

A un cierto punto, cuando formaba parte de un grupo de oración y de camino cristiano, nos propusieron el reto de hacer voluntariado, en el sentido de practicar la caridad. Concretamente ese fue el desafío lanzado por Padre Ricardo: “¡Oraciones tenemos ya muchas! ¡Ahora, vamos: «pongamos las manos en la masa»!"

Y así, teniendo diferentes posibilidades, oí hablar de la Casa de Telhal y más concretamente de los Hermanos de San Juan de Dios. Siendo esto lo más difícil y siendo los huéspedes de esa estructura los más necesitados, tuve muchas ganas de poner a prueba mis capacidades y de ver si era capaz de hacerlo. ¿Por qué no el «Telhal»?

Llena de miedo pero acompañada por un hermano y por una amiga, empecé así esta nueva aventura de hospitalidad.

Han pasado ya cinco años y he de ser sincera: hay días que me cuesta empezar, pero Dios hace milagros, porque en el sencillo gesto de estar cerca de estos pacientes hay una inmensa participación, que es recíproca, del Amor que Dios tiene para entregar y transmitir a todos.

Al final de cada día me siento feliz, más rica, más humana, y siempre agradezco a quienes me llevaron allí y también a las personas que nos reciben en la Casa de Telhal. 

 

Torna alla pagina precedenteTorna alla home page