Ewa Jeniec

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Voluntario

Polonia

EWA JENIEC

 

He tenido la oportunidad de conocer el hospital de los Hermanos de San Juan de Dios gracias a mi confesor que, como supe luego, era el capellán. Bajo su sugerencia – aún no estando del todo convencida – decidí encarar este desafío, al principio como candidata y luego como voluntaria dentro del Voluntariado de los Hermanos de San Juan de Dios en Marysin. Desde que tuve mi primer contacto con los pacientes me sorprendí a mí misma porque nunca fui una persona especialmente atenta a los problemas de los demás. Todo lo que suele preocupar más a las personas sanas en sus vidas (búsqueda de cosas materiales, honores, entretenimiento, etc.) aquí no tiene ningún valor.

Para quienes están enfermos, el más mínimo progreso durante la rehabilitación se convierte en un gran logro. Esto no puede ser recompensado con ninguna suma de dinero.

Esta nueva visión del mundo ha cambiado profundamente mi vida. Siento que Dios ha empezado a transformar mi corazón, mi pensamiento.

Me he vuelto más sensible a las necesidades de los demás, a sus problemas y yo misma acepto la ayuda de los demás de manera diferente.

Estoy adquiriendo confianza, humildad, paciencia, respeto por las diversidades.

Esta es la mayor lección de vida que se puede recibir y un inmenso don de Dios. 

 

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