Elvis Do Rosario

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

Timor Oriental

Elvis Do Rosario

 

Cuando los Hermanos de San Juan de Dios llegaron a Timor Oriental y a la remota aldea de montaña de Laclubar, trajeron una nueva forma de Hospitalidad a este país. Esa experiencia de la Hospitalidad juandediana ha sido muy importante y significativa para los timorenses.

En primer lugar, vimos como la dedicación a la Hospitalidad unía a los primeros dos Hermanos que vinieron y comenzaron a trabajar en nuestro país – los Hermanos Vitor y José Antonio. Comenzaron con sencillez y pocos recursos, pero siempre se esforzaron por llevar adelante el ministerio de sanación de Jesús a los pobres y enfermos, según el estilo de San Juan de Dios. Gracias a las visitas que hacían a las familias y a las aldeas de la región de Laclubar, descubrieron las necesidades reales de la población. Una necesidad urgente a la que respondieron consistía en establecer un centro de salud para personas que padecen de tuberculosis.

Los Hermanos también identificaron a las familias que tenían a uno de sus miembros con enfermedades mentales. Visitaron, aconsejaron y ayudaron a estas familias. Con el tiempo, construyeron otro centro, que proporciona asistencia en régimen de internado a personas con trastornos mentales cuando su tratamiento lo requiere. Me sentí atraído por el espíritu y el trabajo de los Hermanos y sus Colaboradores y decidí entrar en la Orden. Cuando viajé a Brasil para cursar la formación del noviciado, pude ver que, aún en una cultura con tradiciones muy diferentes, la Hospitalidad siempre persigue la misma meta: promover la dignidad y el valor de cada persona humana como criatura de Dios, hecha a Su imagen y semejanza. 

 

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