Al escribir este Testimonio Vocacional, estoy estudiando para una licenciatura en Teología en el Instituto Católico de Sidney, Australia. Este período de estudios en mi vida es como una forma de "año sabático" que me tomé al dejar Roma tras haber concluido dos mandatos como Consejero General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Cuando entré en la Orden en la India hace muchos años, esperaba vivir mi Vocación Hospitalaria dentro de la vida y las obras de la que es actualmente la Provincia de la India de la Orden. Con esa perspectiva, viajé a Austria y obtuve una licenciatura como enfermero general. Al volver a la India, me pidieron que participara en varios cargos de liderazgo de nuestra Orden Hospitalaria. A continuación, en el año 2000, fui elegido como Consejero General y, al desempeñar ese cargo, brindé mi asistencia a dos Superiores Generales: el Hno. Pascual Piles y el Hno. Donatus Forkan. En este testimonio deseo transmitir algo acerca de mi experiencia al haber visitado y observado a la Orden en muchos países, para decir que la Vocación Hospitalaria a la que han respondido tantos Hermanos y Colaboradores ha mejorado las vidas de miles y miles de personas afectadas por la pobreza, la enfermedad y varias discapacidades en más de 50 países del mundo. Gracias a la Vocación Hospitalaria, podemos ofrecer toda una serie de servicios a través de varios tipos de obras, que abarcan grandes hospitales generales, estructuras de atención de larga estancia y servicios psiquiátricos, centros para personas con algún tipo de discapacidad, y también pequeños centros de salud rurales en zonas remotas del mundo.