En  Abril de 1990 llegué a La Clínica San Rafael de Bogotá a realizar mi año rural como enfermera.  En esta institución empecé a conocer la vida y obra de san Juan de Dios y por diversas razones me sentí identificada. A diario mi labor era enfocada al cuidado del adulto mayor y de la persona con insuficiencia renal crónica, donde conocí tantas historias de vida que me sensibilizaron aún más, ante el dolor de la persona que sufre.

La docencia siempre estuvo latente dentro de mi proyecto de vida, al terminar mi año rural inicié esta experiencia  en la Escuela san Rafael de Bogotá. Tuve la gran fortuna de ser docente de cerca de 300 estudiantes, siendo una oportunidad de grandes aprendizajes, de retos, de experiencias enriquecedoras y de conocer personas que me enseñaron y me guiaron.

Luego, se me brindó la oportunidad de crear La Escuela Para Auxiliares de Enfermería San Rafael de La Ceja- Antioquia, en Mayo de 1994. Mi vocación como Enfermera y Maestra se ha fortalecido y paralelamente el carisma de San Juan de Dios,  también ha penetrando en mi alma, en mi corazón, en mí ser como persona perteneciente a una familia, a una comunidad, a una Institución.

Veinte años en esta Escuela, que me ha apoyado para seguir creciendo como persona y continuar así la  formación de  jóvenes para que entreguen  su vida al servicio de la persona enferma.