María Jesús Pascual Esteban

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Colaboradora

España

Maria Jesus

Pascual Esteban

“Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el sol” (Eclesiastés 3)

Quiero dar gracias al Señor y a San Juan de Dios por haberme brindado la oportunidad de conocer, valorar y más tarde llegar a vivir y sentir “el carisma de la hospitalidad”, en el ejercicio de mi larga vida laboral en el Albergue de San Juan de Dios de Madrid.

Creo  fue para mí un lugar privilegiado y  la mejor escuela de aprendizaje. Allí se hacía realidad cada día  esa definición de hospitalidad: “el atributo humano positivo que se traduce en la buena acogida que se da al visitante”. Daba la casualidad de que el visitante no era un amigo, conocido o pariente que viniera con un obsequio. No; era un visitante extraño que llegaba a la puerta para pedirte protección, comida, alojamiento… No poseía nada; solo tenía necesidades. Allí estaban todos los ingredientes necesarios, servidos en bandeja, para hacer una buena “restauración”. Y como ocurre en la cocina, para que salga bien la comida,  hay que hacerla con AMOR.

En este Centro viví experiencias y sensaciones nuevas. Todo era distinto a lo que yo conocía hasta ese momento. No  encajaban muchas cosas y tenía que prescindir de la lógica habitual a la que estaba acostumbrada. Posteriormente descubrí la riqueza y los valores que allí  había y que me fueron calando día a día, revelándome el valor de compartir, tanto por lo que  pude dar como por lo que pude recibir.

Es un privilegio llegar a descubrir cómo la Hospitalidad, en su sentido más amplio,  te hace ver otro horizonte en la vida, en cualquier lugar donde te encuentres.

 

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