La Hospitalidad es la acogida, el respeto, la mentalidad abierta. La Hospitalidad puede tener el efecto de una ola que se difunde, y efectivamente es así. Para mí, se trata de ser amables y humildes.

En mi trabajo cotidiano intento animar una atmósfera de hospitalidad, acogiendo a las personas que cruzan la puerta con gestos sencillos, como una taza de té, charlando un poco, ofreciendo una palabra amable y una sonrisa. Se trata de sostener a los miembros de mi equipo como puedo, en los momentos de tristeza y en las dificultades, y también en las alegrías. La Hospitalidad es el valor central del trabajo que realizamos, sosteniendo a las personas de quienes cuidamos y tratándonos mutuamente con respeto y comprensión.

Vivimos en una época interesante, que nos plantea muchos desafíos. Los hombres y mujeres que acuden a nuestros servicios vienen de distintas culturas, con varias experiencias de vida y supongo que siento que la hospitalidad es el denominador común en este ámbito. Todos respondemos positivamente cuando se nos muestra hospitalidad y nos hacen sentir que somos los bienvenidos.

Si vivimos realmente desde un sentido de la hospitalidad, seremos personas de esperanza y alegría, acogeremos a todos, sin temor a lo que es nuevo para nosotros.

En conclusión, cuando miro la Granada, el símbolo de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que se abre para ofrecer sus semillas, veo la hospitalidad que se vierte en las personas con quienes trabajamos, vivimos y a quienes encontramos en nuestro viaje por la vida.