Emmanuel Davies

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

Africa

EMMANUEL  DAVIES

 

Mi llamada a la vocación religiosa la viví como un gran misterio, puesto que nunca había pensado en ser religioso en mi vida. De joven, es decir cuando iba al colegio, tenía muchas aspiraciones en mi vida  y deseaba ser otra persona… En aquél entonces, no sabía qué quería decir ser religioso.

Me habían enseñado a meditar, a pensar en algo sobre Dios en algún momento. La acción de la voluntad era la parte más importante de la vida, pero la mayoría de nosotros, y yo en especial, no nos dábamos cuenta de que la meditación también es un proceso a través del cual se aprende a conocer a Dios y que Dios puede servirse de ello para enseñarnos muchas cosas, como efectivamente lo hace. Hubo muchas ocasiones en las que, cuando sentía que debía familiarizar con alguien, me limitaba a pocos momentos de conversación pensando que me brindaban suficientes conocimientos sobre ellas. Seguí así durante mucho tiempo, hasta que un día escuché a mi amigo Richard Alimamy Kabia, quien quería entrar en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, explicar algo acerca del fundador, San Juan de Dios. Dijo que era un hombre compasivo, que lo entregaba todo para salvar las almas y cuidar de los pobres, enfermos y necesitados. Me conmovió tanto su explicación que empecé a hacerle preguntas, muy asombrado: ¿Cómo pudo existir un hombre tan bueno? Richard contestó a todas mis preguntas sobre los Hermanos de San Juan de Dios, su carisma y sus actividades cotidianas. A partir de ese día comencé a pensar en lo bueno que era que alguien sacrificara su propio tiempo para servir a la Iglesia y consagrar su vida a Dios. 

Algunas semanas más tarde, Richard me invitó a una reunión con los Hermanos y fue así que los conocí por primera vez. Me acogieron con amabilidad y me alegró mucho conocerles y poder interactuar con ellos. Me explicaron todo lo que necesitaba para ser Hermano. Ante todo, tenía que ser bautizado y confirmado en la Iglesia católica y tenía que cumplir los requisitos WASSCE (certificado de estudios superiores de África Occidental). Comencé a asistir a los encuentros que se celebraban los domingos y al mismo tiempo iba a clases para el bautizo y la confirmación. Me bautizaron en 2009 y celebré mi confirmación en 2010, en la parroquia Saint Peter Clever de Lunsar, diócesis de Makeni.

Cursé mis dos años de postulantado en Senegal. En ese período aprendí muchas cosas acerca de la Orden: la vida de oración y el trabajo del apostolado. Al concluirse mi postulantado, pude entrar en el noviciado en 2012. Transcurrí un año canónico y un año de experiencia en la comunidad.  Durante esos dos años también aprendí muchas cosas, sobre todo sobre la Vida en Comunidad y lo que ésta requería. Hice la primera profesión en Mayo de 2014 en la Capilla del Noviciado Interprovincial San Ricardo Pampuri de Lomé, Togo.

Puesto que la vocación es una llamada divina a ponernos al servicio de Dios y de la Vida Cristiana, además de ser una función o estación de la vida a la que somos llamados por Dios, como lo son tanto la vocación religiosa como la vocación del matrimonio, agradezco a Dios por haberme llamado para servirle y ruego que pueda continuar a darme todas las fuerzas que necesito para permanecer fiel a Su llamada. Amén. 

 

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