Nací en un familia cristiana y me crié siendo un participante activo de la vida de mi parroquia. Después de mi licenciatura universitaria, viajé a Bangalore y transcurrí cinco años estudiando administración y finanzas, hasta que me casé con Ann Mary en 1997. Conocí a la Orden Hospitalaria cuando mi esposa fue invitada a presentar su candidatura como Directora del Colegio de Enfermería de la Orden de Kattappana. También existía la posibilidad de un cargo para mí en la administración financiera del hospital de los Hermanos de San Juan de Dios de Kattappana. Mi esposa y yo vivimos la Hospitalidad que caracteriza a la Orden por vez primera cuando fuimos a Kattappana para nuestras entrevistas de trabajo. Al llegar a Kumily, nos recibieron dos Hermanos. Con sorpresa, supimos que uno de ellos era el Director del Hospital. ¡Nos parecía increíble que el Director de una Institución tan grande hubiese conducido por tantos kilómetros para acoger a dos candidatos que  se presentaban para hacer una entrevista y que luego actuase como su chofer hasta el hospital! Era una verdadera expresión de la hospitalidad y comenzamos a aprender cada vez más a partir de ahí. Tras haber visto con nuestros propios ojos la atmósfera amistosa y hospitalaria del hospital, comimos en el refectorio de los Hermanos. El santo Hermano Fortunatos nos sirvió él mismo un poco de fruta. Luego, nos preparó una bolsa con unas bananas para que comiéramos durante el viaje de vuelta a casa. La hospitalidad que nos expresaron nos llevó a correr el riesgo de dejar nuestros empleos en Bangalore para comenzar a trabajar como Colaboradores de los Hermanos. En los años sucesivos hemos tenido el privilegio de entrar plenamente en la expresión de la misma hospitalidad.