John Bintor

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

India

John Bintor

 

En el momento en el que escribo, estoy en el segundo año de noviciado. Durante mis estudios en la escuela primaria, conocí a profesores religiosos y sacerdotes muy entregados y entusiastas, que suscitaron en mí un interés profundo por sus vidas y actividades. El celador de mi hostal durante el bachillerato era un Hermano de Montfort y hablaba a menudo de la vida de los Hermanos. Tocó mi vida, porque yo quería hacer algo a beneficio de quienes sufren. Ese deseo y mis oraciones me sensibilizaron hacia los Hermanos de San Juan de Dios, que acudieron a mi escuela el día de la Pastoral Vocacional cuando yo estaba en doceavo grado. Nos hablaron de su vida y de sus actividades y mi deseo de ser Hermano en general y de ayudar a los necesitados se cristalizó en la convicción de que debía ser Hermano de San Juan de Dios. En un principio, me causaba ansiedad la idea de decir a mis padres que sentía tener una vocación. Rogué a Dios que me infundiera la valentía y, por fin, conseguí hablar con mi padre. Él habló con el párroco, quien me entregó una carta dirigida a los Hermanos y así los conocí en la comunidad de Deshgaon. Me reservaron una bienvenida calurosa y sincera. Pasé un año ahí y luego vine a Poonamallee para el Postulantado y el Noviciado. El programa del Noviciado está estructurado de manera que los novicios podamos hacer mucha experiencia en los distintos ministerios de los Hermanos. Esa experiencia de la Hospitalidad en acción ha sido inestimable para mi formación. 

 

Torna alla pagina precedenteTorna alla home page