Cuando pienso en la Hospitalidad, en lo que significa para mí y para las personas a quienes atiendo, siempre recuerdo el dicho "saluda y acoge a las personas de la forma en que desearías que alguien te salude y te acoja". Siempre recordamos a las personas que tienen una actitud amistosa y sincera y que se toman el tiempo para hablar con nosotros. Creo que la Hospitalidad está al centro de todo lo que hacemos aquí en Kildare Services. Es parte integrante del crear relaciones y es esencial para mantener relaciones positivas con las personas a quienes atendemos. Vivimos tiempos difíciles, con los recortes de los recursos y con compañeros de trabajo que están cada vez bajo más presión, sin embargo, la Hospitalidad es gratuita y cuando se ofrece puede ser inestimable, dondequiera que estemos y en todo lo que hagamos.

En Kildare Services, Irlanda, nos enorgullecemos por el trabajo que realizamos y por cómo acogemos a todas las personas a quienes atendemos. Se rompen las barreras, se ignoran los juicios, en especial cuando se trata de personas que podría sentir que han sido "dejadas de lado" o "excluidas" por la sociedad. Hoy, mientras caminábamos por el pueblo, Celbridge, me resultó muy evidente que la comunidad ha aceptado y acogido plenamente a las personas a quienes servimos. Nos reciben con sonrisas sinceras y se entablan interacciones positivas durante todo el paseo. No tenemos en absoluto la sensación de ser percibidos como personas "diferente" o que necesitan que se "apiaden" de ellas. Creo que la comunidad de Celbridge ha adoptado la Hospitalidad, al igual que la Comunidad de San Juan de Dios. El resultado de todo esto es que todos vivimos en un lugar mejor