Francis Mannaparampil

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

India

Francis Mannaparampil

 

Cuando iba al colegio, una Hermana Religiosa influyó mucho en mí con sus clases de catecismo. Por consiguiente, decidí que quería vivir una vida de servicio a Dios y a su pueblo. Al acabar mis estudios, leí un anuncio en un periódico sobre los Hermanos "médicos" de San Juan de Dios. El anuncio me llevó a querer pasar un tiempo con los Hermanos. A continuación, entré en la Orden e hice mi profesión temporal. Después de mi profesión, me enviaron a recibir la formación para el sacerdocio y, al acabarla, recibí la ordenación sacerdotal como sacerdote Hospitalario. Sucesivamente trabajé como Agente de Pastoral de la Salud en nuestro hospital de Kattappana. Esa experiencia fortaleció en gran medida y confirmó mi vocación a la Hospitalidad. Fue un gran privilegio ser hospitalario para con las necesidades humanas y sacramentales de las personas que sufren, es decir, nuestros pacientes y sus familiares. Tuve otras experiencias al servicio de quienes sufren, incluyendo nuestro ministerio con las personas mayores y con niños y adultos con discapacidad mental. Ahora, al reflexionar sobre la vocación a la Hospitalidad, creo que es un gran misterio y que se necesita una vida entera para entenderla y experimentarla. Es un proceso gradual en el que se extiende la gran benevolencia y providencia de Dios que es amor. Dios llama a las personas para realizar su obra de redención en Su momento, en Su lugar y a Su manera. El camino de Hospitalidad según el estilo de San Juan de Dios fue el camino que Dios eligió para mí. 

 

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