Ulrike Kirschner

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Volontario

Austria

Ulrike Kirschner

 

Hospitalidad significa para mí alimentar, reforzar, proteger, acompañar, dar alegría de forma gratuita e ir al encuentro del prójimo considerándolo como un ser dotado de los mismos derechos y de los mismos deberes que los demás.

En mi labor como voluntaria en el servicio de medicina paliativa del hospital San Juan de Dios de Linz he experimento la hospitalidad de forma constante. Acompañando a una joven mujer en su último trecho de vida, he vivido esta hospitalidad de manera especialmente conmovedora. Con sus gestos, esta joven mujer me ha hecho sentir cuan importante es la presencia de un desconocido en una situación como esa. Pequeños gestos, una simple sonrisa o una palabra, incluso pronunciada con dificultad, pueden expresar la hospitalidad de forma profunda. En esos momentos de silencio y de pura atención, entendí lo importante que era yo para esa joven mujer a través de su respiración que en mi presencia se volvía más tranquila. Las personas, en los últimos momentos de sus vidas, se vuelven muy sensibles hacia las personas que les rodean. Son muy importantes sus últimos deseos y aspiraciones, y por lo tanto, dentro del límite de lo posible, intento siempre satisfacerles.

Mi vida está fuertemente caracterizada por ese dar y recibir en la hospitalidad. Estoy muy agradecida por el don de la hospitalidad y por los encuentros vividos con personas en situaciones particulares que nacen de esta hospitalidad. 

 

Torna alla pagina precedenteTorna alla home page