Terence Tati

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

Africa

Terence Tati

 

Durante los años en los que he vivido la vida hospitalaria como Hermano Religioso de la familia religiosa de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, he llegado a entender el gran don del Carisma de la Hospitalidad al realizar la misión de Jesucristo en la Iglesia. Mi forma de pensar ha cambiado por completo en cuanto a mostrar y practicar la hospitalidad. He llegado a entender que el carisma de la hospitalidad va mucho más allá respecto a acoger a alguien y hacer que se sienta a sus anchas.

Durante el período del noviciado, tuve experiencias en varias comunidades. En dichas comunidades, vi el celo por parte de los Hermanos, que hacían todo lo posible para asegurar que las personas que acuden a nuestros centros sean tratadas con la mayor dignidad posible. Es decir que no ven sólo a una persona enferma o pobre que necesita ayuda, sino que reconocen que se trata de una persona humana, hecha a imagen y semejanza de Dios, que está sufriendo. Con los enfermos o pobres que sufren en su forma de seres humanos, van más allá, hasta ver a Jesucristo que sufre. Es por esto que los Hermanos siempre están dispuestos a escuchar sus voces, brindándoles no sólo un tratamiento físico o espiritual, sino un tratamiento completo y holístico: es decir, tanto físico como espiritual. Además, el entorno de hospitalidad de las casas también es semejante. Manteniendo la condición religiosa de la casa, siempre están listos para atender y prestar atención a quienquiera que les visite.

Pasando al escolasticado, veo un entorno continuado de gozo y apertura que expresa la hospitalidad. Cabe señalar que en la escuela donde estudio, se habla mucho de los Hermanos de San Juan de Dios y no se trata de cosas negativas, sino muy positivas. La mayoría de los estudiantes aprecia el espíritu de apertura, humildad, acogida, gozo y las muchas otras cualidades que los Hermanos expresan en la escuela. No sólo lo dicen los estudiantes, sino también los docentes. Reconocen la unicidad del carisma de la hospitalidad.

En pocas palabras, ha sido un momento gozoso, un momento en el que me he sentido en casa con mis Hermanos, una experiencia de verdadero amor entre hermanos y de gran afecto unos por otros, si bien con los muchos desafíos que, en mi opinión, forman parte de la humanidad de todos y cada uno de nosotros.

 

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