Malachy Brannigan
365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD | ||
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Hermano |
Occidental de Europa |
Malachy Brannigan |
Para mí, la Hospitalidad está en el corazón del Evangelio. Es la aceptación incondicional del prójimo. Siendo los seres humanos a imagen y semejanza de Dios, lo que hacemos a otra persona, se lo hacemos al mismo Dios. La Hospitalidad significa el don total de sí mismos, sin prestar atención a las consecuencias que pueda tener para nosotros mismos. Se trata de dar, cuidar, amar y aceptar. La Hospitalidad no conoce límites y expresa un amor que se extiende a todos, más allá de su credo, color, género o etnia. Cuando encontramos al prójimo, entregamos todo nuestro ser, puesto que Dios está presente en ese encuentro.
En mi trabajo en la Casa Olallo, donde llevo cuatro años trabajando, encuentro a personas que han sido heridas de muchas formas, lo que les ha llevado a vivir durante muchos años en la calle. Cuando llegan a la Casa Olallo, están en una situación de máxima vulnerabilidad: sin un céntimo, sucios, a menudo intoxicados y bajo la influencia de las drogas, separados de sus familias, muchos han perdido todas sus pertenencias y algunos son apátridas. En dichas situaciones, practicar la Hospitalidad puede ser algo muy difícil, pero la Hospitalidad sale a relucir cuando hacemos lo mejor que podemos por poner en la práctica el mensaje evangélico de Jesucristo, quien nunca dejó de destacar el valor y el mérito cada individuo.