Mateusz Biczyk

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

Polonia

Mateusz Biczyk

 

Mateo (51 años, Polonia), novicio desde hace dos años en la Orden Hospitalaria. Llevaba mucho tiempo deseando encontrar el camino de la vocación religiosa, su meta y el sentido según la voluntad del Señor. Este deseo, incluso siendo noble, no se vió satisfecho inmediatamente. He tardado, de hecho, 10 años en separarme de un trabajo prestigioso (consejero delegado de una de las mayores empresas de Europa), de una posición, de un nivel de vida, viajes, casa de propiedad, etc.

Mi interés por el carisma de Santa Faustina Kowalska; el fenómeno de la misericordia de Dios, que a través de la oración ayuda a las personas moribundas, las almas del Purgatorio que sufren y los enfermos graves y la obra del Santo Padre Pío (la construcción de la Casa Alivio del Sufrimiento), me han acompañado desde los primeros años 90 del siglo pasado y lentamente han reforzado mi convicción que ese era el camino a seguir de cara al futuro. Y sin embargo, no sabía como hacer.

En el año 2008, las turbulencias en los mercados financieros mundiales, las restricciones en materia de acceso a los capitales conllevaron muchos cambios de organización en mi empresa. Empecé a sentir la necesidad de cambiar también mi estilo de vida. Me planteé una pregunta fundamental – “¿Qué es más importante en mi vida: mi futura carrera, o seguir mi corazón?” Esta decisión estuvo marcada por un cambio de trabajo y una breve estancia en Poznan. Era el 14 de febrero de 2010 cuando fui a la Basílica de Lichen, para pedirle, como de costumbre, a la Virgen que me ayudara a resolver un problema de trabajo. Rezando delante de la imagen milagrosa de la Virgen de Lichen, me di cuenta que era el día de San Valentín, y entonces se me ocurrió ofrecer a María mi corazón, confiando en Ella y pidiéndole que me iluminara en el camino a seguir.

Después de este evento todo se fue desarrollado muy rápidamente. María me llevó a Cracovia. Allí recibí una gran ayuda del Dr. Tomasz Bajer sac., Director de los Estudios sobre la Pastoral de los Laicos en la Universidad Juan Pablo II. El siempre me ha acompañado y apoyado espiritualmente, animándome a llevar a cabo ese tipo de estudios. A continuación, emprendí mis estudios de filosofía y teología con los dominicos y posteriormente empecé los estudios de post-grado de Pastoral de la Salud y Social y los estudios de psico-oncología. La Escuela de Pastoral de la Salud me acercó al carisma de la Hospitalidad y me ayudó a descubrir mi vocación a servir en la Orden de San Juan de Dios.

Si bien la vocación religiosa, que por gracia del Señor se ha convertido en mi camino, ha sido una gran sorpresa para todos los que me conocían (sobre todo mis parientes y mis padres), la búsqueda de dicho camino, al principio confuso y difícil, entretejido de alegrías y dolores, momentos de esperanza y de impotencia, ha tomado otra dimensión en el momento en que entré en la Orden. Ahí, entre los enfermos, las personas que sufren y los moribundos, Jesús me ha enseñado lo que en realidad estaba buscando desde hace mucho tiempo. Yo buscaba la Verdad - la Verdad sobre mi vida, sobre mis comportamientos, sobre las relaciones con los demás. Este deseo me ha llevado a conocer mejor a Jesús y a experimentar el amor. Ha sido suficiente acogerse y abrirse a Su amor, igual que se acoge la mano tendida de un amigo. 

 

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