Léopold Gnami
365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD |
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Hermano |
Africa |
Léopold Gnami |
Dios nos llama a su servicio a través de signos exteriores o a través de gritos de sufrimiento a nuestro alrededor. En el caso de mi vocación todo empezó en el Hospital San Juan de Dios de Tanguietá, en 1981. Esas navidades fui a visitar a un sobrino al que le había mordido un perro y que tenía la rabia. A pesar de la gravedad, su caso era desesperado, vi que los hermanos y el personal le asistían con mucha diligencia y mucha atención.
Fue entonces cuando me invadió un sentimiento particular, con una pregunta que me planteaba a mi mismo constantemente: «?Por qué no haces lo mismo que ellos a favor de tu pueblo? ». Tras un tiempo de reflexión hablé de ello con mi padre espiritual– el Padre Boulot, un misionero SMA (Sociedad de las Misiones Africanas). Yo tenía dos preocupaciones: 1) era un neófito (me había bautizado solo dos años antes); 2) tras el bautizo la lectura de la vida de San Agustín me había inspirado a consagrarme a Dios. Y para mi la única forma de consagración posible era el sacerdocio.
El padre me explicó los diferentes tipos de vocación en la Iglesia católica y me hizo entender como era la vida de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios. También me prometió que hablaría de mi a los Hermanos en cuanto tuviera la posibilidad. Ya tenía un primer contacto.
Tras unas cuantas estancias como aspirante fui admitido, con 21 años, al noviciado de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios de Tanguiéta, el 1 de octubre de 1983 e hice mi profesión temporal el 26 de enero de 1986.
A la llamada de Dios corresponde siempre una misión específica. Y hay que preparase para encarar la misión. Por ello estudié enfermería en Afagnan. Y tras conseguir el título hice mi profesión solemne el 8 de marzo de 1993 junto con el Hno. Olivier Atoukoté.
De 1993 a 1997 estudié en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y el 20 de junio de 1997 me licencié en Ciencias de la Educación. Al volver a África desempeñé el cargo de maestro de novicios en el noviciado de Agoé-Nyivé de 1997 a 1999.
En febrero de 1999 me nombraron delegado general de la DelegaciónGeneral “San Ricardo Pampuri” Benín – Togo. De 1999 a 2001 desempeñé el cargo de prior de la comunidad y de director del hospital San Juan de Dios de Afagnan.
En el Capítulo General de la Orden Hospitalaria, celebrado en Granada (España), en noviembre del año 2000 me nombraron Consejero General, un cargo que me llenó de satisfacción y de numerosas responsabilidades.
Desde 2007 soy miembro de la comunidad religiosa de Afagnan donde he desempeñado el cargo de director de la escuela de enfermería (2008-2010) y ahora,desde el Capítulo de la Vice-Provincia San Ricardo Pampuri en mayo de 2010, soy el director del hospital.
La vocación del hermano hospitalario siguiendo el ejemplo de Jesús, al estilo de san Juan de Dios es asistir a los enfermos con espíritu cristiano lo cual significa: « Ser profundamente humanos para con todas las personas y, sobre todo, hacia quienes se encuentran en la miseria, el sufrimiento, la enfermedad o padecen hambre ».