La historia de mi relación con el hospital San Juan de Dios (HSJD), de Divinópolis, empezó cuando prestaba mi labor para el hospital. Me fui involucrando cuando, al encontrarme dentro del hospital, empecé a sentir que ese lugar era diferente, era mucho más que un hospital. 

Un día, el voluntariado abrió sus puertas para que mi sentimiento se pudiera expresar bajo la forma de una labor dedicada a ayudar a los demás. Mi amigo Toninho y yo empezamos a ofrecer el «CAFEZINHO SOLIDÁRIO», asumimos plenamente los dos este proyecto solidario que sigue existiendo aún hoy y que consiste en servir gratuitamente una taza de café, ofreciendo cariño y una palabra amiga a todos los visitantes y asistentes.

Hoy amo profundamente este hospital. Para mi es un lugar de sanación, bendición, acogida, caridad y amor, un lugar de paz y de trabajo del que ya no queremos salir.

Tenemos todos el deber moral de luchar por este hospital, para defender a los más necesitados que tienen en él su mayor referencia por lo que atañe a la salud y debemos trabajar cada día para garantizar su plena operatividad.

La creación de la Asociación de Voluntarios de San Juan de Dios, en 2013, para apoyar económicamente el proyecto «Cafezinho», demuestra claramente la inspiración que este lugar maravilloso nos transmite y la necesidad de hacer más cada día para los necesitados y enfermos del hospital..

Doy gracias a San Juan de Dios, ideador espiritual y creador de estos hospitales, porque su historia, su legado y sus lecciones de humanidad y humildad nos inspiran y nos guían en nuestro trabajo y en nuestras vidas.