Soy testigo de la hospitalidad a mi alrededor diariamente, ya sea cuando un compañero de trabajo me brinda apoyo o cuando recibo palabras de aprecio o un correo electrónico de agradecimiento por algún trabajo que he realizado. Las personas con quienes me relaciono crean un entorno de trabajo acogedor casi a diario.

Si bien no trabajo en primera línea en cuanto a brindar apoyo a las personas que acuden a nuestros servicios, me hace sentir bien trabajar en este ámbito. Al estar sentada en mi escritorio del departamento de comercialización y comunicaciones, pienso que llevo casi 10 años trabajando para los Servicios Hospitalarios de San Juan de Dios y para Orden y siento casi un shock, por dos razones: lo rápido que pasa el tiempo y cómo el estilo hospitalario sigue sorprendiéndome día tras día. Consigo vislumbrar lo que sucede en el servicio de varias maneras, pero la forma que prefiero, a parte de mis visitas, es el medio de las fotografías tomadas durante eventos y paseos. Los valores de la Orden se transmiten tan sencillamente a través de estas imágenes y consigo sentir la alegría, la calidez y la compasión de esos momentos.