Jairo Enrique Urueta Blanco

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

Colombia

Jairo Enrique Urueta Blanco

 

Gracias doy a Dios por haber conocido la Orden Hospitalaria en mi proceso vocacional, Es de recordar la Misión  que realizaban las hermanas de la caridad de santa Ana en el Hospital del niño Jesús en Barranquilla Colombia, con pacientes que padecían de tuberculosis y ver con que dedicación allí se atendían; fue cuando se me hablo de la Hospitalidad y de que había un Santo que se dedico al trabajo con los enfermos y que a través de ellos descubrió la misericordia de Dios “ San Juan de Dios”.  Así se encendió en mi corazón la inquietud del conocer los hermanos de San Juan de Dios, fue así que con el tiempo inicie el camino de la Hospitalidad el que me ha permitido ser lo que soy hoy y servir a los demás en lo que más he podido y vivir con alegría cerca de los enfermos, los pobres y necesitados, que siempre están esperando una mano amiga o una palabra que les permita descubrir el amor de Dios. He descubierto además una familia que me acogió aceptando mi pobreza y pecado mostrándome que la fraternidad es el amar y sentirme amado, desde el respeto y la realización personal colocada en el proyecto comunitario, esta etapa de mi vida me ha permitido amar a Jesús reconocerlo y servirle. En este camino se me ha permitido además ser formador de jóvenes que buscan el ser hermanos siendo parte así de su proyecto de vida, este buscar a Jesús es una tarea que descubro en mi vida  espiritual sintiéndome amado por él en mis hermanos es un camino que no es fácil pero que nos da muchas satisfacciones es sentirse parte del proyecto de Dios entre los hombre y al mismo tiempo saber que hay mucho por hacer, y que la misericordia de Dios es infinita, es solo mirar a San Juan de Dio  al que he aprendido a amar respetar y tratar de seguir en la vivencia de la hospitalidad. Son muchos los momentos en que he sentido fatiga y cansancio en la misión y a veces he pensado en lo difícil que es servir cuando se espera ser reconocido por los demás y es solo mirar la figura de este hombre que siguiendo a Jesús se entrego a los demás hasta el final. Gracias Señor por todo lo que me has dado y por permitirme que a través del servicio hospitalario otros te conozcan. 

 

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