Hasang Paul Jung
365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD |
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Hermano |
Japón |
Hasang Paul Jung |
Los Juegos Olímpicos de 2020 se celebrarán en Japón, un país famoso por sus aguas termales, por el Monte Fuji y por el Emperador. Yo vivo en el extremo oriental de Asia, en la ciudad de Kobe, región de Kansai, Japón. Pertenezco a la Delegación de Japón, Provincia Coreana. Soy el Hno. Hasang Paul Jung Young Ho, y soy el Prior de la Comunidad de San Juan de Dios desde el último Capítulo Provincial.
Me enviaron a Japón en 2012 y transcurrí un año estudiando el idioma. Trabajo en el Centro de Rehabilitación para Personas con Discapacidad Mental San Juan de Dios. Mi capacidad de mantener conversaciones aún es limitada, pero consigo adaptarme a la situación. A veces las misiones con participantes de distintas culturas, formas de pensar y estilos de vida pueden ser difíciles y es una pena. La fe católica llegó a Japón hace 465 años, pero la evangelización todavía no alcanza ni el 1% de la población, de manera que es difícil realizar actividades apostólicas. Estos puntos son los límites con los que se topa nuestra actividad apostólica. Sin embargo, nuestra identidad, incluyendo la que nos da Dios, es una garantía y los obstáculos nos llevan a ir incluso más allá de la buena gestión que tenemos en la actualidad.
Cuando comencé a trabajar en el Centro, los clientes no tenían una mentalidad de apertura hacia mí, pero con el tiempo aprendimos a reír juntos y los cambios se dieron espontáneamente. Ahora tengo una buena relación con ellos y esto me llena de alegría. Comunicar correctamente sigue siendo difícil, pero gracias al amor y a mis contactos sinceros con los familiares de los pacientes para hablar de su bienestar, conseguimos comunicar en cierta medida. Jesucristo y San Juan de Dios nos antecedieron expresando el amor de Dios con un corazón cálido y estoy seguro de que ahora los Hermanos son identificados como personas que tienen mucho amor por el prójimo y como Hospitalarios excelentes.
Nuestra Comunidad japonesa necesita ayuda para servir a los pobres y a los enfermos. Pido a todos que oren por los barrios más desaventajados. Están muy orgullosos de nuestra Comunidad de San Juan de Dios que es su Familia Hospitalaria y me encantaría que las hermosas flores de la Hospitalidad florecieran a beneficio de todos ellos.