Leizel Gabriel

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Colaboradora

Filipinas

Leizel Gabriel

 

Recuerdo un encuentro memorable con un niño especial mientras cursaba mis estudios de bachillerato. El niño tenía el Síndrome de Down y su madre le acompañaba en el camino de vuelta a casa. En aquel entonces, yo no sabía qué era un niño especial. Aquél encuentro fue providencial. Me invitó a seguir una carrera universitaria de terapia ocupacional. El recuerdo de aquel niño especial despertó algo dentro de mí: el deseo de servir a las personas con discapacidades. Al acabar la carrera universitaria, decidí trabajar en un entorno pediátrico porque me encanta estar con los niños.

Cuando estaba dando clases en otra institución, conocí al Hno. Gerard, quien entonces enseñaba catecismo. Yo no estaba satisfecha de mi trabajo, de forma que dimití. Una amiga me dijo que el Hno. Gerard estaba buscando una terapeuta ocupacional para el Centro San Ricardo Pampuri y decidí presentar mi solicitud. Conocí al Hno. Fermín y él me invitó a trabajar en la Escuela San Rafael para Niños Especiales. Me sentí muy feliz y llena de entusiasmo, quería empezar a trabajar enseguida porque había muchos niños especiales que necesitaban atención para mejorar sus condiciones actuales.

Los esfuerzos de los Hermanos y su deseo de ayudar a estos niños necesitados son una gran fuente de inspiración para mí. Doy gracias a Dios por esta maravillosa oportunidad de ofrecer mis capacidades para servirle a través de la asistencia que doy a los niños especiales del Centro San Ricardo Pampuri. He encontrado mi lugar y mi proposito. 

 

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