Diego González García

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermano

Andalucia

Diego

González García

 

Mi vida de fe se fraguó en una comunidad de jóvenes que había en la parroquia de mi pueblo, allí me formé como cristiano y me confirmé. Sentía que Dios me llamaba para algo, ¡pero no sabía para qué!. Un día llegó un amigo hablando de los Hnos. de San Juan de Dios, sin saber bien por qué, me interesó aquello y me informé por medio de una revista que le habían dado; la leí con mucho interés y me atreví a escribirles para pedir más información. A poco tiempo recibí una carta del promotor de vocaciones invitándome a que los visitara.

Después de unas cuantas convivencias con los hermanos y comprobar que el servicio a los enfermos mentales me llenaba de satisfacción y la vida de los hermanos me atraía, me decidí entrar en la Orden, ¡Claro esta! tras mucha oración al Señor y vencer mis miedos y tener el valor de dejar mi trabajo y mi familia. 

Después de 30 años de consagración al Señor y con mis altibajos, puedo decir con agradecimiento a Dios ¡gracias por el don de la Hospitalidad y su empeño en mí!, me ha regalado la disponibilidad y alegría de la entrega en el servicio a los necesitados: enfermos, ancianos, niños… 

 

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