VIII Encuentro de Religiosos Hermanos en Roma
En la tarde del día 26 de noviembre cerca de
90 Hermanos, de 17 Institutos, se reunieron en la Casa General de los Hermanos
de la Salle de Roma. Participaron 12 Superiores Generales de dichas Congregaciones.
Se trata del VIII encuentro que organiza el Grupo Tutti Fratelli de Roma. Un
grupo de Hermanos de diversas Congregaciones que se reúne mensualmente para
“Promover nuestra vocación de religiosos Hermanos y la reflexión
sobre su identidad y misión en la Iglesia y en el mundo, siendo signos
visibles del don de la fraternidad”.
El encuentro estuvo orientado
por la reflexión que ofreció el P. José Cristo Rey García Paredes, CMF, en
torno al tema “Cómplices del Espíritu. Hermanos en Missio
Dei”. Con su habitual capacidad comunicadora, el P. Cristo Rey animó a la
reflexión sobre el concepto de misión. Podemos resumir el cambio de concepto de misión al que
estamos llamados en estas expresiones:
·
Habitualmente
pensamos que la “misión” es una característica de la Iglesia; como algo que le
pertenece y de la cual ella es responsable y protagonista.
·
“Misión” es un
verbo que protagoniza nuestro Dios tri-unidad. Es, ante todo, “Missio Dei”, “Missio Jesu”,
“Missio Spiritus”.
·
La Iglesia, las Congregaciones, nuestras comunidades, cada uno de
nosotros somos cómplices – colaboradores en esa Misión de Dios.
·
A partir
de la reflexión, se realizó una reunión en pequeños grupos por idiomas para
compartir los sentimientos e ideas que cada Hermano había sentido en la
conferencia. Una puesta en común y
alguna preguntas al ponente pusieron fin a la reflexión, subrayando los cambios
que debemos hacer para asumir este nuevo modo de entender la misión.
Obviamente, así entendida, la misión no termina con el fin da la vida laboral.
A
continuación tuvimos un momento de oración en la Capilla de la casa, junto a la
tumba de San Juan Bautista de la Salle. La jornada terminó compartiendo una
cena de hermandad que fue ofrecida por el Superior General de los Hermanos de
la Salle, un signo más de la acogida fraterna que siempre nos dispensan los
Hermanos de la Salle.
Como en
encuentros anteriores el “Don recibido de la Fraternidad” se manifestó en un
ambiente de acogida, alegría y compromiso para hacer de nuestras vidas testimonios
vivos de fraternidad.