XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada

Carta Circular del Superior General


Seguir a Jesucristo a imagen de Juan de Dios

 

2 de febrero 2022

 

A todos los Hermanos y Comunidades de la Orden

 

Apreciados  Hermanos,

 

El próximo día 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, se celebrará la XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada y con este motivo deseo enviaros mi felicitación a todos los religiosos y religiosas de nuestra Familia Hospitalaria e invitaros a celebrar y a dar gracias al Señor por el don de la vocación a la vida consagrada que nos ha regalado, en nuestro caso siguiendo el espíritu de San Juan de Dios, nuestro Fundador.

 

Desde hace dos años nos acompaña la pandemia del covid-19, que tanto sufrimiento está comportando en todo el mundo y también en nuestra Familia Hospitalaria. En el momento actual, especialmente en Europa estamos viviendo un nuevo episodio con más contagios que nunca, aunque parece, que gracias a las vacunas, las consecuencias en la salud sobre todo, están siendo menores. Todos esperamos que poco a poco la pandemia vaya perdiendo fuerza y vaya dejando de influir tanto en nuestras vidas.

 

En el presente año 2022 estamos celebrando los Capítulos Provinciales y como sabéis, también aquí la pandemia está teniendo una incidencia importante. Hemos debido aplazar para más adelante los Capítulos de Asía y Oceanía. Confiamos no tener que aplazar ninguno más y poder realizar todos durante el presente año. Hemos realizado los dos primeros, de las Provincias de Austria y de Baviera.

 

Los Capítulos son eventos muy importantes para la vida de las Provincias y de la Orden en su totalidad. Es un regalo del Señor, para reavivar la vida de cada Provincia. Es una oportunidad para agradecer al Señor la llamada que nos hace a vivir la hospitalidad y a servir a los enfermos y necesitados. Todos en la Orden somos llamados a vivir en los Capítulos Provinciales una experiencia sinodal, caminando juntos, escuchándonos los unos a los otros y escuchando todos al Espíritu del Señor, para que ilumine el camino de hospitalidad que hemos de seguir en el futuro.

 

Celebramos este año los 450 años de la bula Licet ex debito del Papa San Pio V por la que se aprobó nuestro Instituto en la Iglesia. Más allá del hecho en sí, es importante conocer y reflexionar el contexto histórico en que se dio y las consecuencias de la misma. Apenas habían pasado veinte años de la muerte de Juan de Dios y la situación de los Hermanos del hospital de Juan de Dios en Granada, se había puesto muy díficil. De hecho había intereses muy concretos que estaban poniendo en peligro muy serio la continuidad de la obra iniciada por Juan de Dios. Los Hermanos, con Rodrigo de Sigüenza como Hermano Mayor del hospital de Granada, sufrieron mucho en aquellos años, incluso después de la llegada de la bula, hasta su pleno reconocimiento. Por eso fue muy importante esta bula para los Hermanos de aquel tiempo y lo sigue siendo hoy para nosotros. Porque dio reconocimiento a la obra de Juan de Dios, superando los peligros que en aquel momento acechaban la posibilidad de abortar y terminar con ella.

 

Todo ello fue posible por la fuerza carismática y por la pasión con la que vivían los Hermanos en Granada y en otros lugares donde habían comenzado a expandirse. El pueblo, los fieles lo veían y testificaron en gran medida a favor de los Hermanos, reconociendo el servicio y la entrega sin límites, acogiendo en su hospital a todos los enfermos y necesitados que llegaban y atendiéndoles con gran ternura, dedicación y compasión, incluso llegando a ocupar la Iglesia del hospital de Granada, cuando durante la guerra de las Alpujarras hizo falta. Esa pasión y esa fuerza carismática con la que vivían los Hermanos en aquella época a imagen de Juan de Dios, encabezados por Rodrigo de Sigüenza, Sebastián Arias y Pedro Soriano entre otros, hizo posible que aquella obra de hospitalidad iniciada por Juan de Dios, se abriera camino y permaneciese viva en el tiempo hasta nuestros días.

 

La memoria de este acontecimiento histórico, ha de ayudarnos siempre y en especial este año de Capítulos Provinciales, a encontrar las claves que nos da el Espíritu del Señor para el futuro de nuestra Orden: vida consagrada en fidelidad, pasión por Jesucristo y entrega sin límites a los enfermos y necesitados, a imagen de Juan de Dios.   

   

Que este año la XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada nos estimule y anime a todos los Hermanos de San Juan de Dios a vivir con el entusiasmo y  la pasión por la hospitalidad, con que la vivió San Juan de Dios y sus primeros seguidores.

 

Unidos en el Señor y en San Juan de Dios recibid un abrazo fraterno y hospitalario

 

 

Hno. Jesús Etayo

Superior General 
 

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