XXV Jornada Mundial de la Vida Consagrada

Carta Circular del Superior General

   

Sed samaritanos en tiempos de pandemia

 

2 de febrero 2021

 

A todos los Hermanos y Comunidades de la Orden

 

Apreciados  Hermanos,

 

El próximo día 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, se celebrará la XXV Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Debido a la pandemia que el mundo está sufriendo, el Papa Francisco presidirá la Eucaristía en la basílica de San Pedro a las 17,30 horas de Roma, con las medidas de seguridad previstas y por tanto con una escasa afluencia de personas, aunque será transmitida en directo, streaming, por la TV del Vaticano. 

 

Con tal motivo deseo felicitar a todos los Hermanos de la Orden y a todas las personas consagradas que colaboran en nuestra misión y forman parte de nuestra Familia de San Juan de Dios. Esta Jornada nos da la oportunidad de celebrar de nuevo nuestra consagración religiosa y de agradecer a Dios el regalo de la consagración religiosa, según el espíritu de San Juan de Dios, nuestro Fundador. Felicidades a todos los Hermanos que en esta fecha conmemoran su aniversario de profesión religiosa.

 

Recientemente os envíamos una carta de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica del 18 de enero 2021, donde nos felicitaban a todos los consagrados y consagradas por la llamada recibida del Señor a seguirle en la vida religiosa y nos invitaban a vivir con gozo y empeño nuestra vocación, especialmente en tiempos de pandemia. Recuerdo solo unas breves palabras de esta carta y os invito a leerla y meditarla durante estos días:

 

“En la Encíclica Fratelli Tutti, el Papa Francisco nos invita a actuar juntos, a reavivar en todos "una aspiración mundial a la fraternidad" (n. 8), a soñar juntos (n. 9) para que "frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social" (n. 6).... ¡Entonces, en el horizonte de este sueño confiado a nuestras manos, a nuestra pasión, a nuestra perseverancia, el próximo 2 de febrero será también este año una hermosa fiesta en la que alabar y dar gracias al Señor por el don de nuestra vocación y misión!.

 

Hace ya un tiempo que no he escrito en referencia a la pandemia, que un año después de su inicio sigue golpeando con dureza al mundo y por tanto también a la Orden. Estamos prácticamente en los 100 millones de personas contagiados y más de dos millones cien mil fallecidos. Estamos ya en la tercera ola de contagios y la esperanza que nos alberga en estos momentos es la llegada de las vacunas, aunque pasarán meses para que puedan llegar a toda la población. Nos unimos al Papa Francisco en su preocupación que viene señalando con insistencia, para que la vacunas lleguen a todas las personas en todo el mundo, sin ninguna distinción.

 

A nivel de la Orden 131 Hermanos se han contagiado desde el inicio de la pandemia hasta el día de hoy, resultando diez religiosos fallecidos. En relación a los Colaboradores solo tenemos datos parciales, pero son varios miles los que se han contagiado, falleciendo tres. En cuanto a personas con covid-19 atendidos en nuestros Centros son muchos los miles y por desgracia también hay un buen número de fallecidos.  Es cierto que en general, la segunda y la tercera ola ha encontrado a los centros nuestros y en general a todos los hospitales, más preparados en todos los sentidos. Pero no obstante todo ello, siguen creciendo los contagios y los fallecidos en el mundo, de acuerdo a las noticias que nos van llegando y que todos conocéis.

 

Los problemas siguen creciendo también a nivel social, económico y espiritual, con mucho sufrimiento, soledad, incertidumbre y cada vez encontramos más personas con mayores necesidades incluso al nivel más básico. Por ello sigue siendo necesario que como hospitalarios, acompañemos y estemos junto a los enfermos y a las personas que sufren cualquier necesidad, especialmente aquellas más cercanas a nosotros. Recordad, como decía desde el inicio de la pandemia, que nuestra Orden se encuentra en emergencia carismática, y por lo tanto es para todos nosotros la hora de la hospitalidad. Seamos samaritanos de quien queda “tirado” en el camino de la vida, porque es nuestro hermano y hoy más que nunca somos llamados a construir el sueño de la fraternidad humana.

 

En cuento a la vida y dinámica del Gobierno General seguimos realizando la mayor parte de nuestras actividadades de modo virtual, dadas las condiciones y el riesgo que supone la pandemia, que desaconseja en líneas generales los viajes, sobre todo intercontinentales. No obstante mensualmente realizamos los Definitorios Generales y se llevan adelante muchos encuentros virtuales de las comisiones y grupos de trabajo organizados desde Curia General. Estamos en contacto permanente de manera virtual o telefónica con los superiores provinciales y se siguen aquellas actividades previstas en las regiones, normalmente a través del Consejero Regional correspondiente. Solamente seguimos sin poder realizar las visitas canónicas generales y no preveemos que se puedan reanudar al menos hasta el próximo mes de septiembre, si la pandemia lo permite y las vacunaciones alcanzan el nivel necesario que garantice las visitas. Por ello y si hubiese que hacer algún cambio, tanto en las fechas como en su contenido, lo advertiremos con tiempo suficiente.

 

Un hecho importante que quiero significar y que la mayoria de vosotros conocéis, fue la celebración de la Asamblea Regional de América Latina y el Caribe los días 25 y 26 de enero pasado. En ella se llevó a cabo la unificación de las Provincias y Delegaciones (incluida Brasil) de toda la región en una sola Provincia. Se constituyó canónicamente la Provincia San Juan de Dios de América Latina y El Caribe, cuyo ámbito geográfico es toda la región y se nombró el Definitorio Provincial de la nueva Provincia, con el Hno. Juan Carlos Tovar como Superior Provincial.

 

Dadas las condiciones de la pandemia no se pudo realizar en Lima (Perú), donde es la sede de la Curia Provincial, sino que se realizó de forma semipresencial en Bogotá (Colombia). Un grupo de Hermanos y Colaboradores estuvieron presentes en la Clínica Nuestra Señora de la Paz de la ciudad de Bogotá y un amplio grupo de Hermanos y Colaboradores participamos en la Asamblea por videoconferencia.

 

Se trata de un hecho muy importante para toda la Orden, sobre todo mirando la realidad de nuestro Instituto y el futuro del mismo. Se ha realizado un amplio camino de discernimiento, de estudio y reflexión, de fraternidad y hospitalidad, guiado por el Espíritu del Señor, que ha culminado en la constitución de la nueva Provincia. Damos gracias a Dios porque ha acompañado ciertamente este camino y a todos los Hermanos y Colaboradores que lo han hecho posible.

 

La Asamblea ha representado el final de una etapa importantísima, pero al mismo tiempo, el inicio de una nueva etapa igualmente fundamental: Ahora llega “la hora de la verdad”, de poner en marcha todo el trabajo realizado. Es una oportunidad para la Orden y en concreto para la Familia de San Juan de Dios de América Latina y El Caribe, para seguir dando vida a la hospitalidad de la Orden en dicha región, siendo fieles a los que nos han antecedido en esta misión y siendo fieles a lo que en la actualidad nos pide el Espíritu del Señor. Invito a toda la Familia de la Orden a orar por esta “nueva criatura” que acaba de nacer, para que el Señor, la Vírgen de Guadalupe, San Juan de Dios, el beato Olallo y los beatos mártires hospitalarios de Colombia, la acompañen y la guien siempre, especialmente en estos primeros pasos y para que todos los Hermanos y Colaboradores, vivan con pasión, alegría, disponibilidad y máxima entrega esta nueva etapa que esta comenzando para la Orden en América Latina y El Caribe.

 

El 16 de marzo próximo está previsto celebrar la Asamblea para la unificación de las Provincias de España. Debido a la pandemia todavía no podemos confirmar el modo cómo se realizará, probablemente también de forma semipresencial.

 

Creo que, a pesar de las limitaciones producidas especialmente por la pandemia, es una bonita forma de celebrar este año la XXV Jornada Mundial de la Vida Consagrada, con el gozo de la culminación de dos proyectos que se vienen preparando desde hace años bajo la guía del Espíritu del Señor. Que ello nos anime a todos a reforzar y renovar también nuestra vocación en la fiesta de la Presentación de Jesús, en la que celebramos la Jornada de la Vida Consagrada.¡Que, como he dicho otras veces, todos los hermanos de San Juan de Dios iluminemos al mundo con el testimonio de la hospitalidad, como lo hizo San Juan de Dios!.   

 

Unidos en el Señor y en San Juan de Dios recibid un abrazo fraterno y hospitalario

 

 

Hno. Jesús Etayo

Superior General

 
 

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