Somos religiosos consagrados a la hospitalidad
Entrevista de la USG con el Hermano Jesús Etayo, Superior general
En la situación que estamos experimentando debido a COVID, en colaboración con el Sr. Riccardo Benotti, jefe de servicio de la agencia SIR (Servicio de Información Religiosa) que es el organismo de información de la CEI (Conferencia Episcopal Italiana), enviamos algunas preguntas a las congregaciones más expuestas y comprometidas en el campo de la salud.
Aquí tenemos las respuestas del H. Jesús Etayo:
1.¿Cómo ha cambiado la actividad de la Orden en el cuidado de los enfermos?
Siempre y más aún en esta emergencia, los Hermanos de San Juan de Dios (Fatebenefratelli) estamos a la vanguardia para apoyar al Sistema Nacional de Salud en la respuesta a las necesidades de salud de la población italiana y para paliar esas necesidades en cualquier lugar del mundo. Desde el comienzo de la situación de emergencia, todas nuestras estructuras han trabajado activamente (y continúan haciéndolo) para reorganizar las salas y aumentar el número de camas disponibles para los contagiados por el Covid-19, así como para proteger y salvaguardar a todos nuestros otros huéspedes del riesgo de contagio. Todo esto sin condiciones previas y con un total espíritu de solidaridad y hospitalidad, pensando en primer lugar en nuestros pacientes. No sólo los hospitales de primera línea (Hospitales Sagrada Familia en Erba y San Pedro en Roma que asistieron a un buen número de pacientes positivos por el Covid-19), sino también las instalaciones residenciales y de rehabilitación (sólo en Lombardía acogemos a más de 1.000 pacientes psiquiátricos).
Teniendo que hacer de la necesidad virtud, la Orden en Italia y en todo el mundo ha reaccionado a esta situación desarrollando las habilidades organizativas necesarias para enfrentar esta pandemia:
• La necesidad de proporcionar a todo nuestro personal y a nuestros pacientes y huéspedes medidas de protección personal necesarias en un contexto de baja disponibilidad en el mercado.
• La creación de una Unidad Provincial de Crisis en cada Provincia Religiosa y, a veces, en cada Centro, para coordinar mejor las iniciativas adoptadas en las diferentes estructuras. La Unidad se reúne casi diariamente durante la emergencia en modo virtual, es decir, por videoconferencia.
• El método de organizar reuniones en forma telemática se ha convertido en práctica en uso, a fin de contener los viajes y los contactos entre nuestro personal.
• La elaboración de procedimientos para responder a las emergencias epidémicas;
todo esto es y seguirá siendo un patrimonio de conocimiento de las provincias.
• A pesar de ello, hemos tenido que aprender de nuevo a ser una Orden
"mendicante", desarrollando habilidades para la recaudación de fondos y poder hacer frente al aumento de los costos que esta emergencia ha traído consigo.
• Durante años la Orden ha estructurado un Servicio de Atención Espiritual y Religiosa para los huéspedes y colaboradores de cada centro.
En estos meses de pandemia, este servicio compuesto por laicos, Religiosos y Sacerdotes en armonía con lo sugerido por la Conferencia Episcopal Italiana (C.E.I.), ha tratado de estar cerca de los enfermos con una presencia constante, allí donde ha sido posible, a través de los sacramentos y el apoyo espiritual y psicológico hacia los colaboradores.
2· ¿Cuántos pacientes de Covid 19 han ingresados en instalaciones regentadas por los
Hermanos de San Juan de Dios?
En Italia, hasta la fecha, en nuestras instalaciones hemos acogido a 440 pacientes positivos de Covid-19.
En España ha habido alrededor de 1500 pacientes positivos de Covid-19, y también un buen número en otros países europeos como Alemania, Francia, Austria, Portugal, Hungría y otros.
En otros continentes como América, Asia y África ha habido pocos casos hasta ahora, por lo menos hasta ahora.
3· ¿Ha habido casos de religiosos que se han enfermado para curar a los enfermos?
Entre los religiosos de Italia sólo tuvimos un caso de positividad, un fraile anciano para el que fue necesario organizar la hospitalización, así como algunos religiosos que trabajan con nosotros en el servicio a los enfermos. Todos se están recuperando.
En el total de la Orden hasta ahora hemos tenido 45 hermanos positivos. La mayoría se ha curado o están en vía de curación. Lamentablemente, 5 hermanos ancianos han fallecido, 4 en España y uno en Francia.
Por otro lado, ha habido alrededor de 500 de nuestros colaboradores que han dado positivo, todos curados, menos dos que han muerto, uno en Italia y otro en Colombia.
4· ¿Cómo han tratado de estar cerca de médicos y enfermeros/as?
Hemos tratado por todos los medios de hacer sentir a nuestro personal la cercanía de nuestra Familia Religiosa, apoyándolo en lo posible en sus necesidades diarias. En una fase histórica en la que nuestros empleados están esperando la renovación de sus contratos de trabajo nacionales desde hace muchos años, algunas Provincias, en particular la Provincia de Italia, está preparando una serie de propuestas destinadas a apoyar la confianza y los ingresos de sus familias, iniciativas que se presentarán a la OO.SS. en las próximas semanas. A través de nuestro Centro Provincial de Pastoral, hemos creado un servicio para acoger sus peticiones, sus necesidades para ayudarles a superar situaciones particularmente difíciles.
En otras partes del mundo con más necesidades, a los miembros de nuestra Familia (personal y voluntarios) se les ofrece ayuda alimentaria, o cualquier otro tipo de ayuda básica para la sostenibilidad de su familia.
5· ¿Qué significa ser un religioso dedicado a cuidar la salud de la gente y tener que enfrentar tal pandemia? ...
esta pandemia ha zarandeado mucho nuestra vida religiosa. Nos hemos preguntado muchas veces cuál era nuestra presencia hoy junto a los enfermos y nuestros colaboradores.
Hemos comprendido, quizás más a fondo, que somos religiosos consagrados a la hospitalidad. No todos han tenido la oportunidad de estar al lado de los enfermos prestando algún servicio, por edad o enfermedad, pero en todos ha habido una fuerte atención a lo que sucede en las estructuras donde estamos presentes, con cercanía, atención, sugerencias e ideas para enfrentar la epidemia.
Algunos de nosotros participamos personalmente en la organización de esta emergencia y otros con servicios directos a la gente. En particular, quiero destacar la joven comunidad del noviciado que ha continuado y continúa prestando servicio a los marginados, a los sin techo y a los inmigrantes en uno de nuestros centros de Brescia (Italia).
Todos tenemos claro que esta epidemia nos ha abierto los ojos al mundo de la salud, que debe vernos siempre atentos a las necesidades de todos los tiempos y a las nuevas, que cada crisis sanitaria pone aún más de relieve. Podemos decir que hemos visto en acción lo que nuestro fundador San Juan de Dios nos ha transmitido y que nuestras Constituciones nos recuerdan cada día: El voto de hospitalidad que profesamos nos compromete a estar al lado de los enfermos incluso en peligro de muerte.