Mi testimonio de hospitalidad dentro del Carisma de San Juan Dios tiene un recorrido de 23 años, tiempo durante el cual he tenido la oportunidad de aprender que la hospitalidad no es solamente un valor, sino también un estilo de vivir que enmarca las diferentes circunstancias de mi vida.

Esos 23 años de mi historia comenzaron con la oportunidad que tuve de prestar mis servicios en la Clínica Nuestra Señora de la Paz como secretaria en la dirección general, y este fue sólo el inicio de una experiencia de servicio a esta institución, dentro de la cual he permanecido por muchos años desempeñándome en áreas como Consulta Externa, Tesorería y Facturación.

Me siento afortunada por el hecho de que desde mi desempeño laboral no sólo siento la satisfacción de dar un poco de mí y aportar con mi trabajo a esta institución que tiene por fin el servicio a los enfermos, sino que me siento retribuida con la acogida de la familia hospitalaria, con el hecho de recibir por parte de todos mis compañeros, de los asistidos y de los hermanos una experiencia de comunidad.

Lo que también me alegra es darme cuenta de que la experiencia de San Juan de Dios me ha hecho crecer y me ha llevado a transmitir el valor de la hospitalidad a mi familia y amigos, y me siento orgullosa de que quienes me rodean identifican en mí unos gestos de servicio y hospitalidad, lo cual atribuyo al hecho de pertenecer a la familia Juandediana: mi segunda familia.