Fernanda Maria Da Silva Esteves

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Hermana hospitalaria

Portugal

Fernanda Maria Da Silva Esteves

 

La vocación es una historia de amor escrita con la propia vida. Una historia de amor…

Jesucristo («JC» [Jesús Cristo], como Lo llamo yo) ha sido siempre alguien especial para mí. Me atrae su manera de ser y de vivir. Poco a poco he entendido que en el curso de la Historia humana ha habido muchas personas que han dedicado sus vida a Él y todo lo que han sido. Yo quería ser como ellos… Perseverando en la búsqueda de la felicidad, entendí que la oración y la Eucaristía me acercaban a Él….. Y eso me volvía radiante.

Más tarde conocí a alguien que me impactó… Un amigo, alguien especial… Hicimos juntos proyectos para el futuro: construir nuestra familia. Ser felices. ¡Pero mi corazón feliz vivía inquieto!

Un día el sol brilló. Llegó una invitación para vivir una nueva experiencia participando en un campamento de verano organizado por las hermanas del Sagrado Corazón de Jesús. ¡Fui…. Vi… Oí… Viví! La alegría de las hermanas era contagiosa. La sencillez de la vida, cautivante. ¡Qué maravilla! ¡Un sueño! Eso buscaba mi corazón. Y la misión: contemplar tanta belleza en unos rostros tan frágiles, sentir tanta paz y ternura en un ambiente tan lleno de sufrimiento…. Algo más existía ahí, «JC». Sabía que había encontrado mi lugar.

A pesar de las luchas y las incomprensiones, tenía que seguir el corazón, ese Corazón que hacía feliz mi corazón.

En la vida cotidiana intento encarnar la hospitalidad… Para mi, ser hospitalaria significa ser el reflejo de la ternura de Dios en el mundo del sufrimiento psíquico. La experiencia que vivo en Cristo me lleva a amar a quienes Él también ama profundamente. Es un amor que no conoce limites.

Hoy sueño y deseo que muchos otros se sientan atraídos por el «JC» que me fascina inmensamente.   

 

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