Desde hace 18 años soy colaboradora del Hospital Universitario Clínica San Rafael y el conocimientos sobre la Historia, Filosofía y Carisma de la Orden Hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios, han sido fundamentales y generadoras de una experiencia de vida diferente; desde lo intelectual, espiritual, afectivo y profesional.

La transmisión de la vivencia de San Juan de Dios despertó en mi la conciencia de lo que realmente significa hospitalidad y he procurado vivirla traduciéndola en actitudes concretas abriendo mi corazón y mi ser para realizar con mucho esmero  mi quehacer diario, tanto en el orden técnico como humano, tratando de asistir  al más desfavorecido como contribución a la humanización de la atención en salud, siempre con promoción total de la calidad y la excelencia. Este valor es el que más me ha tocado, no hay momento en el que no piense que  un paciente sufre,  tiene miedo, dolor y que yo desde donde estoy tengo la obligación de mitigar su angustia.

Siento un gran amor y pasión por lo que me pertenece en esta comunidad y permanece en mí el deseo de “hacer el bien, bien hecho” para la atención de nuestros pacientes y su familia.

Me siento orgullosa y privilegiada y doy gracias a Dios por haberme puesto en este maravilloso lugar.