San Benito Menni

La hospitalidad con el corazón de Dios

 

El 24 deabril no es solamente un día de fiesta litúrgica para la gran  Familia Hospitalaria. Hoy, la Iglesia presentaal mundo a un Santo que para nosotros es familiar porque es “uno de los nuestros”,un Hermano nuestro que supo transformar su vida en un don para los pobres,enfermos y marginados. El Hno. Benito Menni, con su vidaplenamente entregada al servicio del Reino de Dios, ha alcanzado la cumbre dela santidad situándose entre los Santos más “famosos” de la caridad del siglopasado. Por su fama de caridad y de santidad ha merecido incluso ocupar unlugar entre las agujas de la Catedral de Milán.

San Benito,nacido Angelo Ercole, en Milán el 11 de marzo de 1841, entró en la OrdenHospitalaria en 1860, tras recibir una sólida formación humana y espiritual ysiendo aun muy joven, sus superiores lo enviaron a España para que refundara laOrden. Durante su misión en España, no sólo cumplió con el mandato que leencomendaron de restaurar la Orden sino que el Espíritu Santo lo inspiró a fundarun Instituto Religioso Femenino  – LasHermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús - que debían dedicarse alcuidado y asistencia de las mujeres enfermas. En 1911 la Santa Sede lo nombróSuperior General de la Orden. Murió en Dinan (Francia)  el 14 de abril de 1914. 

La obra deSan Benito Menni vive aun hoy, porque su presencia profética y carismática permanecede forma fuerte y vital en las dos familias religiosas de las que fuerespectivamente el Superior General y el Fundador.  

Los santosnunca pasan de moda, sus vidas, sus decisiones, sus pensamientos siempre estána la altura de los tiempos porque son vidas y pensamientos del Espíritu Santo:un don de Dios para los hombres y mujeres de todo el mundo.

San BenitoMenni, a pesar de las fatigas, del sufrimiento y de las incomprensiones quepadeció a lo largo de su vida, nunca se desanimó; su carácter determinado, su fedecididay cimentada en la roca le llevaron obedeciendo a la voluntad del Espíritu, afundar nuevas realidades asistenciales, a desarrollar nuevos proyectos deatención y a rediseñar nuevos roles asistenciales. Determinadas intuiciones, nopueden brotar más que de un corazón plenamente enamorado de Dios y de loshermanos.

San BenitoMenni nos recuerda que todo parte del centro: del Corazón de Jesús.Precisamente por eso llamó a su Congregación, Hermanas Hospitalarias del SagradoCorazón de Jesús. A las Hermanas les recomendaba que dijeran esta sencillajaculatoria: “Jesús mío, de mi desconfío en tu corazón confío y me abandono”. Unaespiritualidad no sólo devocional hacia el Sagrado Corazón, sino también fuenteinspiradora para crear las obras en las que el enfermo y la persona vulnerablepudieran experimentar el amor “Verdadero”, el amor de Dios y no sólo el humano.Su fama de santidad permanece viva entre nosotros y transmite aún hoy eseperfume y ese entusiasmo para seguir transmitiendo, con vitalidad y pasión, elverdadero don de la Hospitalidad; un don que siempre es creativo, propositivo ygenerador de vida nueva en el Espíritu, a favor de los enfermos, pobres ymarginados de nuestros tiempos.

El Hno.Benito Menni fue beatificado por San Juan Pablo II el 23 de junio de 1985 ycanonizado siempre por el mismo Pontífice, el 21 de noviembre de 1999.

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