Pascua 2020

Carta Circular del Superior General

   

¡Haresucitado!

A todos los Hermanos y Colaboradores,miembros de la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios

Estamos terminando el caminocuaresmal y acercándonos a la Santa Pascua, en la que celebraremos la alegríade la Resurrección de Cristo. Con tal motivo deseo enviar a toda la Familia de San Juan de Dios y a todos losfamiliares y personas asistidas en los Centros y Servicios de la Orden, mifelicitación pascual, con el deseo de que el Señor Resucitado llene consuelo yde esperanza a todos. ¡Feliz Pascua de Resurrección!.

Estamos viviendo un momento muy especial en el mundo a causa de lapandemia del coronavirus, que tanto sufrimiento está produciendo, con elresultado de muchos enfermos y muchas personas que han perdido la vida. Cuandoescribo esta carta de felicitación pascual a toda la Orden, la situaciónes muy dificil en muchos lugares del mundo, especialmente en Europa y lasprevisiones son que necesitaremos tiempo para superar este duro momento, queincluirá el tiempo litúrgico pascual. De hecho en mucho lugares del mundo esteaño la Semana Santa y la solemnidad de la Pascua no se podrán celebrar como decostumbre. Mucha gente solo podrá seguirlo por televisión o vivirlo en casa. Loimportante es que no pase desapercibido, porque este año también llegará laPascua y la Resurrección, fundamento de nuestra fe, de nuestra esperanza y denuestra vida.

En esta situación de dolor, de sufrimiento y de muerte, más propio delviernes santo, no resulta fácil decir bonitas palabras ni siquierahablar de alegría, de vida, en definitiva de resurrección. Sin embargo hemos deponer nuestra confianza y esperanza plenamente en el Señor de la Vida, en quientambién vivió el sufrimiento y la humillación hasta morir en la cruz y fuesostenido y resucitado por el Padre.

Por eso las palabras del ángel a las mujeres, como nos relata elevangelio de San Mateo son más que nunca oportunas para nosotros y para toda lahumanidad: No temáis, el crucificado no está aqui. Ha resucitado. Es elmensaje de esta Pascua, a un mundo y a una Iglesia asustada y que estásufriendo una pandemia sin precedentes e inesperada. Hay mucho dolor yseguramente continuará habiéndolo por un tiempo. Pensemos que también ahí, enel dolor, el Cristo del viernes santo, sigue crucificado con quienes sufren lasconsecuencias de esta pandemia. Pero alzemos los ojos, porque con el mismoCristo, somos llamados a la vida y a la Resurrección. Podríamos sintetizar demodo secular el mensaje de esta Pascua, con el lema que estos días se ha hechopopular en Italia: Tutto andrà bene. No temáis: ha resucitado y con Éllo superaremos.

Por las informaciones que vamos dando conocéis en qué modo estapandemia está afectando a la Orden en el mundo y sobre todo cómo la FamiliaHospitalaria de San Juan de Dios en todo el mundo, se está implicando con elresto de la sociedad para frenar y detener la pandemia. Por desgracia, un buennúmero de los nuestros, Hermanos y Colaboradores, han sido víctimas delcontagio e incluso algunos han perdido la vida. A ellos un homenaje por sugenerosidad y entrega, con la certeza de que están viviendo para siempre con elResucitado. Para todos nuestra oración permanente.

Deseo agradecer y tener presentes a todos los que cada día estáistrabajando en primera línea, como verdaderos y fieles hijos de San Juan deDios, el cual sin duda está orgulloso de vosotros. La hospitalidad implicaentregar todo con generosidad, especialmente en estos momentos. Hemos dehacerlo con responsabilidad, guardando las medidas de protección necesarias,pero hemos de velar para que los enfermos y los pobres sean asistidos,especialmente aquellos más necesitados y que tienen el riesgo de ser excluidosy dejados a parte, como los sin hogar, inmigrantes, discapacitados y otros.

En este sentido y junto a mi carta de Pascua os adjunto el testimoniode un Colaborador nuestro de Madrid. Sus palabras y sobre todo su fe y su compromiso,unido al de toda nuestra Familia de San Juan de Dios en el mundo, es un mensajede esperanza, de vida y de resurrección.

Deseo pedir para toda la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios, laprotección especial de nuestro Fundador y de San Juan Grande, el cual falleciócontagiado en una epidemia de peste. También la protección de San RicardoPampuri, de quien el próximo uno de mayo se clausurará la celebración de un AñoJubilar solicitado por la diócesis de Pavía y del que hemos participado,especialmente la Provincia Lombardo Veneta. Finalmente la protección del BeatoJosé Olallo Valdés, que el pasado 12 de febrero celebramos los 200 años de sunacimiento. Ellos y otros muchos, vivieron situaciones como la que nos tocavivir ahora a nosotros o similares. Ellos mantuvieron siempre firme laconfianza, la fe y la esperanza en el Resucitado, ellos nos enseñan, a seraudaces, a no tener miedo, como dice el ángel del Señor porque ¡Ha resucitado!y por tanto Tutto andrà bene.    

De parte del Gobierno General y de toda la FamiliaHospitalaria de San Juan de Dios de la Curia General,  ¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!. 

 

Hno. Jesús Etayo

Superior General

 

 

Testimonio de unColaborador en tiempo de COVID – 19

(Es un whatsappescrito a un Hermano)

 

Buenas tardeshermano .

 

Difíciles momentospara otra cosa que no sea transmitirte todo mi ánimo y apoyo.

Espero que tu saludte permita desempeñar tus labores.

Por aquí,  yo he pasado a desempeñar mi tareaprofesional en planta con pacientes, que es esa la necesidad de la casa en estemomento.

Es evidente que esuna situación difícil para todos. Que se tambalean los pilares que sostienennuestra idea de la sociedad. Ninguno de nosotros ha vivido una situación nisiquiera parecida.

 

Estos días en losque desempeño mi labor con estas personas, que te miran con los ojos muyabiertos, y que no saben si van a morir, que se aferran a una sonrisa para nopensar en que todo puede ir a peor, que son conscientes de que un beso, unacaricia, un abrazo, se estrellan contra las barreras como guantes, mascarillas,batas, etc., el lenguaje de los ojos se ha hecho fundamental. Ojos que, porencima de la mascarilla, expresan todo ese cúmulo de sentimientos que la bocano puede articular, como la angustia e incertidumbre,  y también, y porqué no,  la confianza en queal final, todo pase.

 

Ver a Jesús en elotro, es esa una capacidad que solo la fe en Cristo puede poner de manifiesto,y eso, querido hermano,  es algo queestos días se me hace muy presente. Ver los ojos del Señor sufriente, detras delos de ese paciente que me mira, me hace sobreponerme al cansancio, lapreocupación y la angustia.

 

Cuánto buensamaritano lo es (hay), sin saberlo. Cuanto discípulo de Juan de Dios, sinconocerle. Qué vigente (está) el carisma, qué valioso su legado.

Gracias hermano, ala Orden, por estar en el cabecero del que sufre, y permitir, que personas comoyo, puedan ver a Jesús, en esa cama.

Como siempre, a tudisposición.

Un fuerte abrazo.

 

 

Angel Alberto Garcia

Auxiliar deenfermeria de la Fundacion Instituto San José

Hermanos de San Juande Dios

Madrid, 22 de marzo2020

 

 

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