Solemnidad de Nuestra Señora del Patrocinio

Carta Circular del Superior General

     

Mis queridos Hermanos,Colaboradores y miembros de la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios

El día 16 de noviembre, tercersábado del mes, celebramos en la Orden lasolemnidad del Patrocinio de Santa María Vírgen sobre la Orden Hospitalaria,Patrona de nuestra Familia Hospitalaria de San Juan de Dios. Con tal motivo osenvío mi felicitación y os invito a prepararla con esmero y a celebrarla conmucha  alegría.

Desde San Juan de Dios hastanuestros días la Virgen María, la siempreentera, ha ocupado un lugar central en la vida de la Orden. El cuadro deBramante que acompaña esta carta nos recuerda la asistencia y protección deMaría a San Juan de Dios cuando era soldado en Fuenterrabía (España).  Hoy seguimos sintiendo la protección y elpatrocinio de Nuestra Madre, a quien reconocemos como Reina de la Hospitalidad. Ella continúa acompañando a nuestraFamilia, enseñándonos con su ejemplo y su presencia a practicar la hospitalidady a renovarla en cada momento histórico, como lo hizo con San Juan de Dios.

El nuevo sexenio al igual que elanterior, quisiera ponerlo bajo la protección de Nuestra Señora del Patrocinio,para que guíe a toda nuestra Familia Hospitalaria de San Juan de Dios en lospróximos años, de modo que siguiendo las líneas de acción del Capítulo Generaly las indicaciones del Papa Francisco en su Mensaje a la Orden, podamosresponder con fidelidad a los desafíos que se nos presentan, renovando lahospitalidad según el estilo de San Juan de Dios.

La primera semana de octubre tuvimosen Roma la Asamblea de Superiores Mayores de la Orden, como hacemos cada año. Eltema central que tratamos fue: prevencióny protección de las personas vulnerables, en línea con las declaracionesdel Capítulo General último. Se trata de un tema dificil y triste por laspersonas que son vulneradas y abusadas, por las víctimas. También es triste porquiénes vulneran y abusan, sobre todo cuando se produce en el ámbito deinstituciones y lugares donde lo esperable es la protección y el cuidado. Todoesto se da por desgracia en todos los ámbitos sociales y también en la Iglesiay en los institutos de vida consagrada.

En la Asamblea hicimos referencia también a la llamada que nos viene de lasociedad y de la Iglesia al respeto por la creación, por la tierra, por elmedio ambiente. El Papa Francisco escribió en 2015 la encíclica Laudato Si, enla que nos hace una llamada al cuidado de la tierra, a través de lo que llamael Papa ecologíaintegral, que incorpora claramente las dimensiones humanas y sociales (Cf.137). Lacrisis ecológica es una llamada a una profunda conversión interior...Hace falta una conversión ecológica, queimplica vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios, lo cual no esalgo opcional ni secundario de la experiencia cristiana (Cf. 217).  El compromiso debe ser a nivel personal, anivel comunitario, de las Obras Apostólicas y en definitiva de toda la Orden.  El pasado Capítulo General en susdeclaraciones nos invita a comprometernos en fomentar el respeto y el cuidadode la creación. El gobierno general desea promover esta sensibilidad en toda laOrden.

 

Mis queridos hermanos, son doscuestiones de gran actualidad que nos invitan a toda la Familia Hospitalaria deSan Juan de Dios a realizar una lectura renovada y actual de la hospitalidad de San Juan de Dios.Nuestra misión apostólica hoy pasa por una llamada y un compromiso inequívocopor el cuidado de la creación, a laluz de la encíclica Laudato Si y por el cuidado,la prevención y protección de las personas vulnerables, que son todas lasque asistimos en nuestras Obras, que vienen a nosotros buscando acogida, salud,paz, amor, misericordia y seguridad: hospitalidad.

Contemplar nuestra misión dehospitalidad desde estas dos llamadas esactualizarla y ponerla al día, respondiendo a los desafíos que hoy se nos pide.Ciertamente no es sencillo e implica conversión, cambio y compromiso,renunciando a posturas defensivas y poniendo en el centro, como lo hacía SanJuan de Dios, a las personas necesitadas, especialmente a las más vulnerables,a quienes son víctimas de malos tratos y cualquier tipo de negligencia o abuso,porque ello contradice en su núcleo central y en su ser la hospitalidad queestamos llamados a vivir y ofrecer. Debemos impulsar una formación adecuadapara los Hermanos y Colaboradores, así como elaborar las políticas, protocolosy procedimientos necesarios en todas las Provincias y Centros donde no existen,para salvaguardar la seguridad de todas las personas.

En este camino nos sentimosacompañados por Nuestra Madre y Señora del Patrocinio. Ella nos inspira ennuestra preocupación para ocuparnos siempre de sus hijos y hermanos nuestrosmás frágiles. Ella nos seguirá acompañando y guiando para promover un mundo mássano y seguro, más acogedor y fraterno para todos. Acudamos a ella siempre. Enella encontraremos paz, amor y permanente inspiración para seguir la llamada desu Hijo, repitiéndonos las palabras de las Bodas de Caná: haced lo que él os diga (cf Jn 2,1-11).    

Deseo para todos, en mi nombre yen el de toda la Familia Hospitalaria de la Curia General, una felizcelebración de la solemnidad de Nuestra Señora del Patrocinio. Le pido quebendiga a nuestra Orden, a los enfermos y a todos los que formamos la FamiliaHospitalaria de San Juan de Dios.

Un abrazo fraterno 

 

Hno. Jesús Etayo

Superior General

 

 

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