Diana Kelly

 

365 TESTIMÓNIOS DE HOSPITALIDAD

Colaboradora

España

Diana Kelly

 

Octubre año 2008, vienen a mi memoria momentos vividos en Valladolid. Quizá sea lo que más me ha marcado en mi historia juandediana, mi primera Capacha, fue cuando realmente reconocí a Juan de Dios en la cara de las personas. 

La mayoría de estas personas no las conocía de nada, pero me abrieron su corazón y me acogieron como una más.  En ese momento supe que lo que era fruto de la hospitalidad y escuche de manera consciente hablar del santo de Granada.

Había oído hablar de él en mi lejano Perú, cuando se hablaba del hospital infantil y siempre quise saber quién era realmente, el tiempo pasa y los sueños se cumplen, o será que ¿Juan de Dios, sabia de mí y me atrajo a su casa? Creo que sí, y fue él que guio mis pasos dentro de su institución para que le conociera más de cerca, fue entonces en Valladolid, cuando realmente abrí los sentidos y le conocí, Conocerlo clavo en mi la pregunta ¿Cómo hiciste Juan para amar así?

A veces pienso que encontraste la llave del amor, aquella esencia divina que está dentro de cada uno de nosotros, esa esencia llamada Dios- Amor que hace que hasta hoy hombres y mujeres sigan tu ejemplo, en el trabajo o en el tiempo libre, en la consagración, hombres y mujeres que vemos cada día cerca de nosotros regalándonos una sonrisa. Hombres y mujeres que vi en la Capacha y fueron para mi esos días la sonrisa de Juan de Dios. 

 

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