Cuarenta y cuatro años en África en Sierra Leona, Senegal, Camerún y Ghana.  Tengo que darle muchas gracias al Señor, por darme una vocación Hospitalaria de San Juan de Dios y Misionera.  Para mí es el mayor regalo que he recibido de manos de Jesús, ya que él fue el primer Misionero.

Nunca fui tan feliz como los años pasados en estos diferentes paises.  Poder vivir junto con estas personas tan empobrecidas y poderles ayudar en tantas necesidades hace que se te ensanche el corazón.

Recuerdo con especial cariño los domingos y días de fiesta, con qué fervor y alegría, participaban en la Santa misa con cantos y danzas.  Los niños, una vez que recibían la Primera Comunión, raramente dejaban de asistir.

Mi trabajo en la Misión fue colaborar en las consultas, quirófanos y 3 dias a la semana visitaba algunos poblados distantes del Hospital.  Hace poco he tenido que regresar de Senegal aquejado de un cáncer y fui operado hace 2 meses, cosa que me impedirá regresar a mi campo de misión. Pero desde España seguiré ayudando todo cuanto pueda, con limosnas y alimentos, puesto que mi corazón continua estando en el África de mis AMORES, y siempre les tengo presente en mi mente y mi corazón.