Un acontecimiento fuera de lo común en la Orden
Hospitalaria de San Juan de Dios, la institución de los ministerios de lector y
acólito al Hno. Parfait Yordan Akêtre, junto con la ordenación diaconal del
Hno. Richard Kabia Almami, ambos del equipo de formación de nuestra Casa de
formación en Nairobi, Kenia, presididas por el Obispo David Kamau.
La ceremonia tuvo lugar en la comunidad, donde todo
estaba dispuesto para dar la bienvenida al Excmo. Sr. Obispo, a los invitados y
a los hermanos provenientes de Ghana, Togo, Malawi y la vecina comunidad de
Tigania, en la diócesis de Meru-Kenya, que acudieron a la celebración.
Religiosos y religiosas, familiares y amigos vinieron para presenciar ante todo
la Misa solemne presidida por el Obispo David Kamau, concelebrada por el P.
Jacob Ketchen, el P. Peter (Capellán de la comunidad del Escolasticado), otro
concelebrante y un diácono.
El coro de los
hermanos del Escolasticado, junto con las Hermanitas de San José, animaron la
fiesta con cantos, bailes y entretenimiento durante casi 3 horas, desde las
once de la mañana hasta las dos de la tarde. La Misa fue muy solemne y a
continuación tuvo lugar la recepción, en la que se sirvieron refrescos en un
ambiente festivo para combinar el deber con el placer hasta la noche.
El Hno. Richard Almami KABIA, que se entrega al Señor
con el diaconado, hizo su Noviciado en Lomé, Togo, y su Escolasticado en
Nairobi, donde tomó los votos solemnes tras cursar con pasión estudios de
filosofía, teología y administración. El Hno. Parfait Yordan recibió en la
misma celebración los ministerios de lector y acólito.
En su homilía, su Excelencia el Obispo David Kamau nos
recordó la responsabilidad del religioso y el lugar del diácono en la Iglesia y
en la Orden Hospitalaria: servir, estar al servicio. Destacó que para ello son
necesarias cualidades como humildad y obediencia, porque para servir a los
hermanos o a los enfermos como capellán, hay que ser humilde. También remarcó
que el ministerio que los hermanos estaban asumiendo exige sacrificios,
renuncias y escucha... de los hermanos y los enfermos a los que están llamados
a servir diariamente.
Para los hermanos de San Juan de Dios esta ordenación
es un signo de atención holística, que va más allá de los cuidados físicos que
ofrecemos en nuestros centros, y trata de ofrecer un cuidado espiritual para
todas las personas que recibimos en las unidades de atención pastoral.