Listos para salir
A todos los Hermanos y Colaboradores, miembros de la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios
El ocho de marzo celebramos la fiesta de San Juan de Dios, en este año especialmente condicionado por la pandemia del coronavirus, que todavía sigue produciendo un buen número de contagios y fallecimientos, así como otras situaciones de pobreza y sufrimiento para muchas personas. En medio de esta situación deseo enviaros mi felicitación, invitándoos a que preparemos y celebremos la solemnidad de nuestro patrono y fundador con la alegría de siempre, aunque seguramente con mayor austeridad, debido a la pandemia.
La figura de San Juan de Dios es siempre cautivadora y emocionante. Cuanto más se lee y se medita más lo es. Es una fuente inagotable para todos los que formamos parte de la Familia Hospitalaria, tanto en lo que se refiere a su vida espiritual como a su entrega y servicio a quienes sufren... solo por Jesucristo[1]. Quiero en esta ocasión hacer referencia al capítulo XIV de la biografía de Castro titulado: “De la gran caridad del Hermano Juan de Dios”[2]. Es también una invitación que les hago a todos a leerlo y meditarlo, dedicándole el tiempo necesario.
Nos cuenta la gran caridad que el santo tenía con los demás, especialmente con las personas necesitadas a las que ninguna cosa negaba que por él se le pidiese, hasta dar muchas veces, cuando no tenía otra cosa, la pobre ropa que traía vestida, y quedarse desnudo. Se cuentan algunos hechos concretos que muestran su gran amor y humildad con todos y se incluye el incendio ocurrido en el hospital Real de Granada donde acudió Juan de Dios a socorrer a los pobres que allí se curaban, y fue tanta su diligencia, por el gran peligro que vio en que estaban, que casi él salvó a cuestas todos los pobres, hombres y mujeres...En algunos lugares, por este relato del incendio se le tiene como patrono de los bomberos en España (1952) y en Portugal (1990)[3] .
El amor a los pobres, la hospitalidad, no tuvo límites para nuestro santo: ni la humillación, ni la falta de recursos, ni las condiciones climáticas duras, ni el agua fría del Genil, ni las acusaciones y las trampas en las que le querían hacer caer, ni el fuego del hospital Real, nada le apartaba de hacer el bien donde fuese y a la hora que fuese. No era un bombero, no existían todavía, pero como ellos están siempre concentrados y preparados, listos para salir ante cualquier emergencia, san Juan de Dios vivía siempre listo para salir a practicar la caridad, dejando cualquier otro plan que tuviese, haciéndose prójimo de quien encontraba necesitado en su camino. De hecho cuando pedía a sus bienhechores les decía: mandadme también todos los pobres llagados que haya por ahí.[4]
Esta experiencia de nuestro patrono y fundador es para nosotros una llamada a estar siempre listos para salir a practicar la hospitalidad, en línea con la misión samaritana de la Iglesia y con lo que nos propone el Papa Francisco: construir un mundo donde reine la amistad social y la fraternidad[5]. Especialmente en este tiempo de pandemia son tantas las necesidades, son tantos los fuegos que existen a nuestro alrededor que como san Juan de Dios, hemos de estar siempre listos a salir de nuestras casas, de nuestros espacios de confort, de nuestras estaciones y de nosotros mismos, para ayudar y cuidar a las personas frágiles por la enfermedad, la soledad o por cualquier otra necesidad social, económica o espiritual.
Son muchas las necesidades y todas no podemos atender, pero si podemos llegar y ayudar a muchas personas necesitadas. Tomemos el ejemplo una vez más, del santo conocido como el padre de los pobres y también tengamos presente la celeridad y la disponibilidad permanente de estar siempre preparados y listos para salir, como lo estuvo él y como lo están los bomberos en sus estaciones. Animo a todos los que seguimos a san Juan de Dios y a todas las Provincias y Centros de la Orden a tener especial sensibilidad en este tiempo de pandemia con los enfermos, pobres y necesitados, haciendo si cabe un mayor esfuerzo por estar cerca de ellos, aportando aquello que esté en nuestra mano, sobre todo presencia, cercanía, acompañamiento y en definitiva hospitalidad.
En relación a la pandemia, los datos de contagios y fallecimientos siguen aumentando en el mundo: más 113 millones y 2,5 millones respectivamente. La esperanza sigue siendo la inmunización a través de las distintas vacunas que ya se están poniendo en el mundo, con lo cual esperamos que poco a poco se irá superando esta pandemia. Tardará todavía un tiempo, por lo que debemos estar atentos a mantener las medidas de protección. Las incógnitas son, por una parte la eficacia real y la duración de los efectos de las vacunas y sobre todo su llegada a todas las naciones y personas en el mundo, una llamada que continuamente hace el Papa Francisco y otras organizaciones a las que todos debemos sumarnos y hacer lo posible para que así sea.
En cuanto al impacto de la pandemia en la Orden hay pocas variaciones respecto a mi última comunicación. La novedad es que hemos tenido los primeros Hermanos contagiados en África, aunque en general, sobre todo donde está presente la Orden, son todavia pocos los casos, aunque han crecido los contagios en algunos países y se ha estár muy vigilantes. En Asía se siguen dando contagios, en India -aunque menos- y otros países como Filipinas, pero no hemos tenido apenas contagios. Donde más contagios, tanto de Hermanos como de Colaboradores hemos tenido y seguimos teniendo es en Europa y América, especialmente América Latina y el Caribe. En total y según los datos que tenemos 140 Hermanos se han contagiado desde que se inició la pandemia, de los que 10 fallecieron y 2 siguen siendo positivos actualmente, aunque estos datos van variando continuamente.
A nivel de la Orden, en mi anterior carta les comunicaba que el día 26 de enero pasado se había constituido la Provincia San Juan de Dios de América Latina y el Caribe y les anunciaba que está previsto para el día 16 de marzo próximo la constitución de la Provincia San Juan de Dios de España, llevando a término el proceso de unificación de las actuales tres Provincias que fue iniciado hace seis años. No obstante las dificultades de la pandemia, la constitución de la Provincia de América Latina y el Caribe se hizo de forma semipresencial y virtual y así se hará también la de España. Encomendamos a san Juan de Dios las dos nuevas Provincias que están naciendo, para que las guie por los caminos de la hospitalidad que él vivió y nos enseñó.
Como siempre en estas fechas deseo informar a toda nuestra Familia Hospitalaria de San Juan de Dios del resultado de la campaña del año 2020 dirigida a un proyecto de la Casa de Velloor (India) “Construcción de una estructura para un programa de detección precoz e intervención temprana en niños diversamente hábiles”. El total recibido ha sido de 276.318,10 euros, fruto de la generosidad y solidaridad de todos, por lo que una vez más les doy mi más sincero agradecimiento.
Les comunico que para el presente año 2021 será la siguiente: “Campaña de apoyo y sostenibilidad del Centro San Juan de Dios de Batibó. Camerún”. Como saben, desde hace varios años este Centro vive en una zona de conflicto entre el gobierno y sectores contrarios, que provocan muertes, muchos desplazados y muchos otros problemas, siendo de hecho el único hospital que existe en la zona. Próximamente les enviaremos la información necesaria. De nuevo les agradezco su generosidad y les pido que apoyen esta causa, con el fin de seguir sosteniendo nuestro centro y sus ambulatorios abiertos para atender a la población de una zona castigada por la violencia y los grandes problemas que provoca el conflicto armado que están sufriendo en aquella parte de Camerún.
Que la caridad de San Juan de Dios y su disponibilidad permanente al servicio de los más frágiles y necesitados, nos ayude a estar siempre listos para salir a practicar la hospitalidad con todas las personas vulnerables, especialmente en este tiempo de pandemia.
Unidos en el Señor y en San Juan de Dios, recibid un abrazo fraterno
Hno. Jesús Etayo
Superior General
[1] Cf. 2ª Carta a Gutierre Lasso 7, 12
[2] Cf. Castro, F. Historia de la vida y sanctas obras de Juan de Dios y de la Institución de su Orden, y principio de su Hospital. Cap. XIV, en Gómez Moreno, M., San Juan de Dios. Primicias históricas suyas. Madrid 1950. Págs 67-71
[3] Cf. Liturgia propia de la Orden. Introducción al día 8 de marzo, solemnidad de san Juan de Dios..
[4] 1ª Carta a Gutierre Lasso, 2
[5] Cf. Papa Francisco. Carta Encíclica Fratelli Tutti. Ciudad del Vaticano, 3 octubre 2020, 99 y 103
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