Hoy se conmemora la Traslación de las reliquias de San Juan de Dios desde la iglesia de “Nuestra Señora de la Victoria” a la iglesia del antiguo hospital de Granada, que tuvo lugar el 28 de noviembre de 1664. Juan de Dios murió el 8 de marzo de 1550 en Granada, en la casa de la ilustre familia de Los Pisa, que lo acogió y atendió en los últimos momentos de su vida terrenal. Tras las exequias solemnes, a las que se sumaron todas las autoridades civiles y religiosas además de todos los ciudadanos de Granada, los restos se depositaron en la capilla de Los Pisa, en la Iglesia de “Nuestra Señora de la Victoria” de la Orden de los Padres Mínimos de San Francisco de Paula. En 1664 al encontrarse el Superior General español, el Hno. Fernando de Estrella, de visita por la Provincia Andaluza abogó ante Fray Francisco Navarro, el General de los Mínimos de la época, por la devolución del cuerpo del santo. Tras haber logrado el consentimiento, el Padre Estrella hizo todo lo posible por conseguir también y cuanto antes la autorización Apostólica. El obispo de Granada, José de Argaez, que había sido nombrado juez apostólico de la causa, aprobó el traslado y estableció que se hiciera el viernes 28 de noviembre a la seis de la tarde. En el momento en el que se abrió el ataúd que contenía los santos huesos se difundió por la capilla de Los Pisa un perfume suave que todos los presentes percibieron y que el narrador de los hechos describió como el perfume de las numerosas y heroicas obras que San Juan de Dios realizó por el bien universal de todos.