Comunicado Final

   

 

Los  63 Hermanos y nuestra colaboradora Frances Dignan, responsables de Pastoral Vocacional y Formación de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios,  contando con la presencia del Gobierno General, nos hemos reunidos en Roma del 18 al 22 de enero de 2016,  en un encuentro promovido por la Comisión de Pastoral Vocacional y Formación, bajo  el lema « vivir y promover la vida hospitalaria hoy ».

Al terminar el encuentro queremos dirigirnos a toda la Familia Hospitalaria, especialmente a nuestros Hermanos, con estas palabras que pretenden compartir la experiencia vivida, para estimular nuestra vida fraterna y hospitalaria.

Durante estos días hemos reflexionado, dialogado y orado sobre nuestra realidad actual en el ámbito de la Pastoral Vocacional y de la Formación Inicial, compartiendo la diversidad de realidades existentes en las diferentes regiones donde la Orden realiza su misión, así como los retos que se nos presentan. Nos ha  iluminado el sentir de la Iglesia, nuestra identidad carismática y el aporte de la teología pastoral actual.

Para todos nosotros ha sido una oportunidad gozosa de experimentar un nuevo Pentecostés, redescubriendo nuestra riqueza espiritual e intercultural, desde una acogida mutua y sencilla.

Estos días de discernimiento nos han servido para identificar los desafíos actuales de la Pastoral Vocacional y Formación Inicial de la Orden hoy, que exigen de nosotros empoderarnos de nuestra responsabilidad como animadores vocacionales, logrando así una mayor unidad en la acción y en el testimonio de hospitalidad entre las personas con interés vocacional.

Este encuentro, celebrado en el Año jubilar de la Misericordia, nos invita a vivir y transmitir al Cristo Misericordioso, como centro de nuestro carisma, con la convicción de que, desde una actitud positiva entre los Hermanos y entre los colaboradores, podremos vislumbrar una nueva primavera vocacional.

Toda la Familia Hospitalaria es responsable de vivir y transmitir aquello que siente en lo más profundo del corazón. Es el momento también de impulsar conjuntamente nuestra Pastoral Vocacional y formación permanente, como dos realidades que se complementan y no se deben separar. Esto conlleva  apropiarnos y ahondar en los documentos de nuestra Orden y promover una formación continuada que acompañe los procesos personales.

El pasado día 20 de enero hemos clausurado el Año de las Vocaciones Hospitalarias, pero no termina aquí nuestro trabajo. Sentimos que Dios nos llama a adecuar nuestra Pastoral Vocacional y Formación encaminada hacia un trabajo conjunto por regiones, a crear un banco de recursos compartidos que facilite un mayor enriquecimiento para todos y a asegurar que todas las Provincias cuenten con un Plan de Pastoral Vocacional, integral, flexible y evaluable.

Para actualizar la formación Inicial de la Orden hoy, debemos sumar fuerzas y caminar hacia la unificación de nuestros centros de formación. Para ello sería bueno contar con programas de formación ajustados a las líneas actuales de nuestro carisma,  cuidar la formación de formadores, poner una mayor atención en el acompañamiento personalizado de los formandos y formadores, y a recurrir más a nuestro  patrimonio espiritual, enriquecido con el último  documento de la lglesia: “Identidad y misión del Hermano religioso en la Iglesia”.

 “No nos dejemos robar la esperanza” (EG 87). Con esta frase queremos motivarnos a dar continuidad y revitalizar nuestro carisma, sin perder la esencia del Amor primero,  haciendo nuestro, una vez más, el entusiasmo de Juan de Dios, que experimento la misericordia de Dios en su vida y la puso en práctica en el encuentro con el otro… “Tan pobres y maltratados los vi que me quebraron el corazón” (1 DS) 

 

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